La «lógica» ambiental de la Municipalidad de Asunción: pajitas no, árboles tampoco
Desde la administración del intendente Oscar «Nenecho» Rodríguez autorizaron el derribo de más de 70 árboles de la plaza «Mártires de la policía», ubicada en el barrio Mburukuyá de Asunción, para plantar de nuevo 390 arbolitos en el marco de una «compensación» por talar 30 árboles en un terreno cercano para la construcción de una gasolinera.
Natalia Ferreira, ingeniera forestal contratada por la emrepsa Fuelpar, argumentó que el derribo de los árboles de la plaza tiene que ver porque son «exóticos» y que en su lugar están siendo plantados árboles «nativos», no invasivos.
Cabe destacar que el año pasado el barrio San Vicente de Asunción se quedó sin el único pulmón verde que tenía tras el derribo de la gran mayoría de los 117 árboles que había en el predio y que protegían el arroyo Ferreira, considerado el segundo más caudaloso de Asunción, caracterizado por la fragilidad de sus bordes. Fueron derribados para construirse allí un supermercado.
La polémica coincide con la reciente viralización de un video donde se ve a un hombre exigir una pajita a una trabajadora de comidas rápidas. En las imágenes se puede ver y escuchar como esta le explica que no le pueda dar debido a una nueva reglamentación. Se trata de la ordenanza N° 43/22, que prohíbe la utilización, entrega y expendio de pajitas plásticas en establecimientos gastronómicos y comerciales. La medida, vigente desde 2022, establece multas de hasta G. 10 millones para los infractores.
La regulación permite la implementación de alternativas biodegradables, otorgando a los propietarios la facultad de decidir si estas serán entregadas gratuitamente o comercializadas. La Municipalidad, al parecer, tiene una lógica muy extraña: pajitas que contaminan el ambiente no, árboles que sirven de oxígeno a la ciudad, tampoco.
