La monja que rompió el protocolo: un adiós íntimo y silencioso al Papa Francisco
Durante la ceremonia fúnebre del Papa Francisco, una imagen inusual captó la atención de todos: una religiosa de avanzada edad se acercó al ataúd, desafiando el estricto protocolo reservado solo a altos prelados. Se trataba de Sor Geneviève Jeanningros, de 81 años, miembro de las Hermanitas de Jesús y sobrina de Léonie Duquet, una de las monjas desaparecidas durante la última dictadura argentina.

Con una mochila verde al hombro y sin mediar palabras, Sor Geneviève se detuvo junto al féretro, se inclinó en recogimiento y lloró en silencio. Su gesto fue tan sincero que ningún guardia intentó detenerla.
Esta religiosa, con más de cinco décadas de servicio en barrios humildes de Roma, dedicó su vida a apoyar a comunidades marginadas como mujeres trans y feriantes del barrio de Ostia. Su vínculo con el Papa Francisco era profundo: él la consideraba una aliada esencial en su labor pastoral entre los olvidados.
Fuente: Agencia EFE.
