Imágenes prohibidas y dardos cruzados: Clinton, Epstein y un escándalo que sacude a EE. UU.
La reaparición de imágenes vinculadas al ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y al fallecido financista Jeffrey Epstein volvió a encender una fuerte polémica política y mediática.
Las fotografías, difundidas en redes sociales y medios digitales, muestran escenas comprometedoras que reavivan sospechas y generan un nuevo cruce de acusaciones entre sectores del poder en Washington. En una de ellas, la imagen aparece oscurecida por un rectángulo negro, aumentando aún más el misterio y la especulación.
Otra de las fotografías muestra a Clinton nadando junto a una mujer de cabello oscuro que, según diversas versiones, sería Ghislaine Maxwell, señalada como cómplice clave de Epstein en su red de abusos.
Esta imagen volvió a circular con fuerza y fue utilizada por sectores críticos para insistir en los vínculos del exmandatario con el financista, condenado póstumamente por múltiples delitos sexuales.
En una tercera imagen que también generó revuelo, Maxwell aparece junto al expríncipe británico Andrés. El retrato lo muestra recostado sobre las piernas de cinco personas, en una escena que muchos calificaron de perturbadora y que refuerza el alcance internacional del caso Epstein, que sigue salpicando a figuras de alto perfil años después de su estallido.
Desde el oficialismo estadounidense no tardaron en aprovechar el impacto de las imágenes. El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, ironizó en la red social X con una publicación que decía: “@BillClinton simplemente relajándose, sin una preocupación en el mundo. Poco sabía él…”. A esto se sumó la secretaria de prensa Karoline Leavitt, quien reaccionó con un escueto pero contundente: “¡Ay, Dios!”.
La respuesta desde el entorno de Clinton llegó a través de su jefe adjunto de gabinete, Angel Ureña, quien afirmó que el país “espera respuestas, y no chivos expiatorios”. Acusó a la Casa Blanca de intentar “protegerse de lo que viene, o de lo que siempre intentará ocultar”, y remarcó que el ex presidente demócrata “no sabía nada y cortó relación con Epstein antes de que sus crímenes salieran a la luz”.
Pese a estas declaraciones, el escándalo vuelve a instalar una pregunta incómoda que sigue sin disiparse del todo.
