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La agente fiscal interina de San Estanislao, Sandra Ledesma imputó a Carlos Osmar Martínez Molinas (37) como presunto autor en la comisión del hecho punible de feminicidio. Resultó víctima su pareja Griselda Ramírez Capdevila (21), quien recibió un disparo por encima de la nuca, lo que le causó la muerte en minutos. La fiscala ordenó la detención del mismo, por los rastros de violencia que la víctima presentaba en el cuerpo (rodillas peladas y hematomas) durante la inspección médica.

Refieren los antecedentes que en fecha 15 de julio de este año, la oficina de guardia del Ministerio Público recibió una llamada, a través de la que se comunicaba que Martínez Molinas trasladaba a la víctima al Hospital Distrital de San Estanislao. La referida representación fiscal se constituyó en la morgue del citado nosocomio. Luego, se trasladó hasta el lugar de los hechos, una vivienda ubicada en calle San Rafael del barrio San Pedro, a fin de una inspección ocular técnica y científica, y el levantamiento de indicios.

Comentó la fiscala Ledesma que Martínez Molinas cayó en varias contradicciones a la hora de declarar, pues trató de instalar la hipótesis de un supuesto suicidio. “Tras la inspección realizada por la médica forense y el perito criminalístico, se pudo saber que el orificio de entrada de la bala correspondía a la región occipital de la cabeza (fue disparada por encima de la nuca) y con orificio de salida en la región fronto-pariental (orificio de salida hacia el frente). Se presume que el imputado habría hecho el disparo con un arma de fuego (rifle) a la cabeza a la víctima, luego de habría maltratado físicamente, aprovechándose de su estado de vulnerabilidad, porque ella estuvo con un bebé de 18 días; se constataron rastros de leche materna en el cuerpo”,dijo.