Se trata de Mafia Elia, Rasti Issa, Pedros Ibrahim, Shat Bahi y Suleiman Hasan, quienes luego de ser detenidos el Estado paraguayo les concedió el status de refugiados, mientras seguían ligados a la investigación penal por producción mediata de documentos públicos de contenido falso.

La propia Fiscalía solicitó la desvinculación de los extranjeros refugiados, quienes habían pedido clemencia a la justicia paraguaya y explicaron que en medio de la desesperación por huir de la guerra en Siria, cayeron en manos de una organización criminal que otorga pasaportes israelíes falsos a cambio de altas sumas de dinero.

Entre los procesados estaban dos ancianos de 94 y 76 años, quienes pretendían llegar a Alemania y Estados Unidos para reunirse con sus familiares. Los acompañaban sus nietos de 23 y 12 años, cuyas madres fueron secuestradas por terroristas del ISIS para convertirlas en sus mujeres, conforme a los datos de la comunidad sirio-libanesa en Paraguay.

La delegación también integraron otros tres jóvenes, vecinos de ambos ancianos.