No obstante ya se está conformando un equipo técnico de Estudio de Ingeniería para realizar un diagnóstico completo de su estado actual general y así establecer un plan de mantenimiento.

Hay que destacar que para una mejor inspección, los técnicos ayer ingresaron  dentro de una de las cámaras de inspección, observándose que las juntas de dilatación trasversales se encuentran en buenas condiciones.

Vale aclarar que los accesos al vano principal del puente son en viga cajón continua tanto del lado del Chaco como del lado Asunción y enlazan con los vanos centrales de canto variable por intermedio de sendas articulaciones que transmiten solo esfuerzos verticales. En estas articulaciones, los apoyos deslizantes son de tipo neopreno-teflón.

Las rótulas sobre los estribos son de fundición mecanizada y transmite todas las fuerzas horizontales. En el plano vertical de las articulaciones se sitúan las dos únicas juntas de calzada de todo el puente.

La mayor de las dos, que enlaza con el acceso lado Chaco debe permitir movimientos de -40cm y +20cm para tener en cuenta la fluencia, la retracción y la variación de temperatura.

Las juntas de expansión son aquellas que se construyen en obra dejando una separación o luz calculada en todo el ancho de la sección de la estructura, precisamente para permitir los movimientos mencionados en el párrafo anterior. Estas juntas se realizan entre elementos contiguos y para ello se emplean dispositivos que permiten la expansión de esos elementos.

El puente sobre el Río Paraguay en el lugar conocido como “Remanso Castillo”, es una de las más notables realizaciones internacionales de la técnica española de los últimos 40 años. Se trata de una estructura  de 1.370m de longitud total, de hormigón pretensado y sección en cajón, con un vano central de 170m, construido por voladizos sucesivos.

Fuente MOPC