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“Ya estamos en la etapa final del proyecto, ya se probaron prácticamente todos los equipos en vacío y esta semana empezamos ya a calentar el horno. Si va todo bien, a partir de la próxima semana estaríamos produciendo clínker con el nuevo combustible, el coque”, dijo Méndez en conversación con Radio Nacional del Paraguay.

El presidente de la cementera estatal calificó la culminación de este proceso como algo histórico tanto para la INC como para el país, ya que con esta nueva tecnología e innovación, que se hace después de 30 años, la cementera paraguaya va a pasar a formar parte de industrias más competitivas a nivel nacional e internacional.

Destacó que esto hará también que el costo de producción baje considerablemente, generando un ahorro de 20 millones de dólares al año, con lo que se podrá seguir bajando el precio del cemento. “Para fin de año ya estaríamos bajando los precios”, afirmó.

El proceso para pasar del fueloil, un combustible muy caro para fabricar cemento, al coque de petróleo, implicó un trabajo de casi dos años tanto en obras civiles como electromecánicas y de montaje, en el que trabajaron cerca de 400 personas y se contrataron 30 técnicos extranjeros para capacitar a los funcionarios de la INC.

“Hemos automatizado totalmente la planta de Vallemí, con equipos de primera línea, con un tablero de control totalmente digital y automatizado, se importaron cerca de cien contenedores con equipamientos nuevos, molinos, cintas transportadoras, motores nuevos, todo para renovar la planta de Vallemí”, explicó el presidente.

Méndez señaló que concluido el periodo de prueba de las nuevas tecnologías, haciendo ajustes a la maquinaria, ya empezarán a bajar los costos de producción.

Las recursos para esta inversión provinieron en parte de los bonos del tesoro, de los que la INC recibió 67 millones de dólares, y otra parte con ganancias propias de la industria.

Fuente IP Paraguay