Gentileza MOPC

Reconoció que toda obra de intervención urbana tan intensa como es el Metrobús, obligatoriamente trae conflictos. Sin embargo, aseveró que se está haciendo todo lo posible para minimizar estos conflictos ya que el Metrobús, “más que un sistema de transporte representa una obra de salud pública”.

Resaltó que como parte del proyecto Metrobús se está construyendo todo el desagüe cloacal de la Avenida Eusebio Ayala, en donde hoy se vierten todos los desechos cloacales, así como también del desagüe pluvial, cuyo déficit es el principal enemigo del asfalto. A esto se suma el cambio de toda la cañería de agua potable que tiene más 50 años en esa zona y que es responsable permanentemente de la rotura del pavimento.

A esto se suma el cableado subterráneo de todos los servicios, que por lo mínimo genera polución visual y problemas de cortes del suministro durante los días de viento y lluvias, según el ministro.

Por otro lado, dijo que también se podrán recuperar los espacios públicos, como las veredas, que hoy se utilizan como estacionamientos de los negocios y que obliga a los peatones a caminar por la calle con el riesgo que ello conlleva.

“Vamos a hermosear la avenida Eusebio Ayala para beneficio de 400.000 ciudadanos con todo lo que estas obras representan”, aseguró.

El ministro expresó que el metrobús es un proyecto que mira al futuro del transporte público de pasajeros y forma parte del proceso de modernización que impulsó la administración del Presidente Horacio Cartes. Un proceso que hoy permite que el 40 % de la flota,  es decir más de 700 buses, sean buses 0 km, con aire acondicionado, rampas para personas con discapacidad y motores euro 3, que exigen un diesel de mejor calidad.

TROLEBÚS, UN SISTEMA OBSOLETO

Por otro lado, Jiménez Gaona manifestó que ya no se puede optar por el sistema de trolebuses como se pensó originalmente, ya que es una tecnología del siglo XIX que ya está siendo abandonada a nivel internacional y reemplazada por buses eléctricos a batería.

“El futuro del transporte público son los buses a batería, pero sigue siendo una tecnología experimental. Los países europeos que empiezan a aprobar estos buses eléctricos a batería, no invierten más de un 2 %, máximo 3 % de su flota con ese tipo de tecnología; apuntando a que en un plazo de 10 años, empiece a ser la mayor parte de su flota”, explicó.

Sostuvo que la mayoría de nuestros buses tienen entre 20 y 30 años de antigüedad. “Pasamos del diesel más poluyente al menos poluyente del continente y de buses de 30 años de antigüedad con motores en malas condiciones a ómnibus 0 km”, dijo.

Afirmó que podemos invertir los próximos 10 años en que la tecnología eléctrica a batería se vaya consolidando y en ese lapso hacer el cambio a esa tecnología. “Pero Paraguay no puede ser el banco de prueba e invertir la flota total en buses que tienen 20 a 25 años sobre una tecnología que todavía puede fallar. No sería de administradores prudentes llevar adelante una decisión como esta”, refirió.

Mencionó que toda intervención urbana implica un contratiempo importante para la gente. “El metrobús se presenta como una solución de transporte público de pasajeros. La gran problemática que se genera son a raíz de las zanjas que se abren, para la construcción del sistema de desagüe cloacal y pluvial, cambiar todas las cañerías de agua potable que tienen más de 50 años de servicio y deben reemplazarse”, agregó.

El secretario de Estado destacó que las zanjas técnicas servirán para bajar y poner el cablerío de la ANDE y otros servicios en cañerías. “Estamos construyendo ciudad y en ese proceso esta obra genera un gran trastorno. Hacemos obras que tienen en muchos casos hasta 100 años de atraso. Son obras que en capitales de la región se hicieron hace más de 100 años. Estamos empujando todas estas obras de golpe. El metrobús va a beneficiar a más de 400 mil personas”, añadió.