2018-03-21 | 06:57
ViolenciaSospechoso del atentado de Austin se suicida con explosivos
La cadena CBS, por su parte, dice que el sospechoso murió al explotar un artefacto que llevaba consigo cuando era perseguido por una carretera interestatal, la I-35, en Round Rock, Texas, una zona al norte de la capital de Texas. La vía fue cerrada entre una fuerte presencia policial de agentes de la policía de Austin, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia de Tabaco, Explosivos y Alcohol (ATF)
Según detalla el periódico, las autoridades identificaron al sospechoso en las últimas 24 horas tras revisar la grabación de las cámaras de seguridad de una tienda de la compañía de logística FedEx en el suroeste de Austin, desde la que mandó uno de los artefactos explosivos.
Los investigadores accedieron a los recibos de las tiendas, que mostraban transacciones sospechosas de este individuo, y accedieron a su historial de búsquedas en Google, que mostró búsquedas que consideraron reveladoras. Los agentes localizaron al hombre gracias a su smartphone en un hotel en el condado de Williamson del estado de Texas.
En total, cuatro bombas estallaron en Austin desde el pasado 2 de marzo, que mataron a dos hombres e hirieron a cuatro personas. Una quinta bomba explotó ayer martes de madrugada en el centro de Schertz (Texas) de FedEx e hirió supuestamente a un empleado. El artefacto, según las primeras versiones, contenía metralla y agujas. La policía vinculó la deflagración con la enigmática serie de atentados. Además, un paquete que contenía lo que se cree que es una bomba sin estallar fue hallado el martes en un centro de distribución de FedEx en Austin.
El primer ataque, ocurrido el 2 de marzo el el norte de Austin, marcó el inicio de una pesadilla. Una bomba en la puerta de una casa que acabó con la vida del afroamericano Anthony House, de 39 años. Al principio, la policía habló de terrorismo, pero lo que vino después mostró la verdadera dimensión de lo que enfrentan.
El 12 de marzo el joven afroamericano de 17 años Draylen Mason murió al coger otro paquete, también en la puerta de su casa, esta vez en Olfort Hill Drive. Su madre, en tanto, quedó en estado grave. Unas horas más tarde una mujer hispana quedó gravemente herida tras vivir una situación similar en su casa, ubicada en Galindo Street.
Fue entonces cuando la policía comenzó a hablar de una misma persona, probablemente con motivaciones racistas, detrás de los ataques. Pero la teoría policial se debilitó en gran medida cuando el enigmático atacante cambió de técnica y objetivo.
El 18 de marzo, plantó una bomba ligada a un cable en un barrio predominantemente caucásico al sureste de Austin. Cada bomba, un paso más, hasta alcanzar la fama de “dinamitero en serie” o “serial bomber” que aterró a los residentes de la ciudad: la policía respondió a 1.257 llamadas por denuncias de paquetes sospechosos, desde diferentes sectores de la ciudad.
Ayer martes, el mensaje del “dinamitero en serie” cambió nuevamente, cuando escogió dos sedes de Fedex para enviar sus paquetes. Para la Casa Blanca, no existían “aparentes nexos con el terrorismo” en la serie de artefactos.
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