Gentileza

Si bien los trabajos implicarán “molestias para los vecinos” –advierte-, en muchos casos esto no ocurrirá porque con el sistema de construcción que se empleará, “en varios lugares no habrá necesidad de abrir zanjas, sacar los tubos antiguos, poner los nuevos y volver a asfaltar”.

Sobre el estado de la red actual, Krauch advierte la existencia de zonas de la ciudad donde las tuberías son muy antiguas -“alrededor de 30 años de vida”- y otras donde se hallan en “relativamente buen estado”. No obstante, “vamos a revisar el diámetro para determinar en dónde se justificará la ampliación y en dónde, no”.

Para los casos de las tuberías donde existan pérdidas, la intervención consistirá en realizar una “especie de encamisado con una tecnología nueva, que vamos a aplicar por primera vez en Paraguay, cuya ventaja principal es que no se tendrá que abrir zanjas ni romper calles. Solo hará falta abrir un pozo más grande en los registros para introducir el equipo y luego, cerrarlo nuevamente”.

“Somos conscientes de la incomodidad que generaremos”, reconoce Krauch. “Pero también estamos seguros de la necesidad de que Asunción tenga esta infraestructura. En algún momento tenemos que hacerlo, y es una materia pendiente, desde hace décadas”.

Y, a modo de reflexión, concluye: “Este es un trabajo no solo del Ministerio de Obras Públicas sino de toda la ciudadanía, a la que pedimos un poco de paciencia en estos próximos mesesporque sabemos que valdrá la pena, pues el impacto que tendrá a mediano y largo plazo es sumamente positivo. Nuestros hijos y nietos van a ser beneficiados con estas obras”.

Con una inversión prevista de 174 000 millones de guaraníes, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los trabajos forman parte del Programa de Saneamiento Integral de la Bahía y Área Metropolitana de Asunción.Durarán 30 meses y estarán a cargo del consorcio ASI Paraguay.