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“Yo sospecho que la orden en sí de atropellar el PLRA y matar se dio en Mburuvicha Róga. No sé quién exactamente lo dijo, pero el presidente Horacio Cartesestaba en conocimiento y fue o José Ortiz o Luis Canillas quienes dieron la orden”, dijo la senadora Desirée Masi esta mañana en contacto con ABC Cardinal.

La senadora recordó los minutos de terror que vivieron el 31 de marzo, cuando se produjo la quema del Congreso Nacional. Contó que ese día, cuando empezaban las duras represiones a los manifestantes frente a la sede parlamentaria, 19 senadores seguían adentro e incluso estaban acompañados de hijos y nietos. 

Destacó que ni siquiera en época de la dictadura stronista los policías se animaban a ingresar en la sede del Partido Liberal Radical Auténtico, como lo hicieron durante la madrugada del 1 de abril. Recordó que ella ya era una joven militante y en ese entonces en varias ocasiones se refugiaron allí. “Ni el dictador se animó a dar esa orden”, expresó.

Asimismo, contó que esa madrugada del 1 de abril él fue hasta la morque y vio el cuerpo del joven asesinado. "Eso no se olvida", expresó.

Masi calificó de “grotesca” la sesión en la bancada del Frente Guasu donde se aprobó el proyecto de enmienda constitucional, violando las normativas y en una sesión paralela. “Lo podían haber hecho en la sesión del Senado. ¿Por qué hicieron ahí? ¿Por qué se escondieron? Estaba todo tramado”, aseguró.

En ese mismo sentido, rememoró el momento en el cual ella pidió a gritos que se retiren de la Cámara de Senadores unos hombres "custodiaban" a los reeleccionistas, aquel 28 de enero. “Nosotros, en un momento dado, sin darnos cuenta, estábamos rodeados de personas con traje y se notaba que tenían armas”, señaló. Destacó que, a pesar de que luego fueron echados, el comisario Enrique Isasi permaneció en la puerta.

Lamentó además que se haya llegado a tal punto de asesinar a un joven que solo estaba defendiendo la Constitución Nacional, Rodrigo Quintana. Sin embargo, también recordó a los heridos gravemente, como el diputado Édgar Ortiz, quien tuvo que ser sometido a varias cirugías; Efraín Alegre, quien recibió varios impactos de balines y también fue intervenido quirúrgicamente ese mismo día; Robert Acevedo, quien se descompensó, y dos jóvenes que perdieron la vista a raíz de los impactos de balines de goma en el ojo.

“Nosotros llamábamos a los bomberos desde las cuatro de la tarde porque ya veíamos humo. Salimos varias veces a pedir a los carros hidrantes que, en lugar de tirar agua a los manifestantes, lo hagan hacia el Congreso, pero no nos escuchaban”, lamentó.

Fuente ABC DIGITAL