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Los “doleiros” como se denominan a los cambistas, Vinícius Claret, conocido como “Juca Bala” y Cláudio de Souza, acusados de integrar el esquema comandado por Messer revelaron el dato, durante una declaración oficial. Contaron al Ministerio Público Federal de Brasil que entre 2006 y 2013 se pagaba una cuota de protección de US$ 50.000 (G. 277.000.000). Dijeron que el dinero era entregado a un abogado identificado como Antonio Figueiredo Basto, considerado uno de los mayores especialistas en delación premiada en Brasil. En la operación Lava Jato, Figueredo Basto fue el responsable de las negociaciones por delación. El profesional negó las acusaciones y aseguró que nunca tuvo contacto con Messer, Claret y Souza. Estos dos últimos afirmaron que el dinero era a cambio de protección de parte del Ministerio Público y Policía Federal otras fuentes indican que era para evitar a futuras delaciones.

El dinero habría sido exigido por Erico Vieira Machado, exsocio de Messer e incluso habría motivado una pelea entre los cambistas quienes se negaban a pagar. Según los delatores, Vieira era el responsable de pedir el dinero a los demás socios. “Erico comenzó a decir que la oficina debía pagar 50.000 dólares al mes por una protección a Darío y las personas vinculadas al cambio. Esa protección sería dada por el abogado Figueredo Basto y otro abogado que trabajaba con él”, dice parte de la delación realizada por Souza a los procuradores de la República de Brasil, en Río de Janeiro, conforme trascendió en medios de comunicación del vecino país.

Como Vieira no daba detalles de la protección, los demás integrantes del esquema dejaron de pagar, pues desconfiaban de la cobranza.

Messer es investigado junto a decenas de cambistas por lavado de dinero, en el marco del Operativo Cambio-Desligo, que es un desglose del mega operativo Lava-Javo que desmanteló un mega esquema de corrupción en el Brasil. Messer, considerado por Cartes como su hermano del alma, permanece prófugo de la justicia, pese a contar con orden de captura internacional con código rojo. Se sospecha que está escondido en Paraguay, aunque inicialmente se sospechaba que ya había salido del país.

Fuente: vanguardia