Gentileza

“Son trabajos muy delicados, que llevan su tiempo. Para que la gente tenga una idea, para retirar la pintura de los ornamentos, se tuvo que recurrir al bisturí”, explicó la profesional ayer, durante un conversatorio en la página oficial del Facebook del MOPC. 

La arquitecta informó que los trabajos comenzaron en el año 2011. Con la elaboración de un protocolo de intervención, que fue aprobado por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC). “Para el bicentenario se hizo un canal de drenaje alrededor del Panteón, debido a que el problema principal en el lugar era la humedad. Luego vino la etapa de restauración con tareas de retiro de pintura, reparaciones de moldura, casetonado, aislación de la cúpula y de las bóvedas”, dijo.

En el año 2015 empezaron los trabajos de restauración, propiamente dichos. La primera etapa abarcó trabajos de retiro de pintura y restauración de los elementos ornamentales.

En ese momento, tras un vuelo con drone, se encontró una fisura horizontal en la cúpula del Panteón, cuya urgencia sugería la posibilidad de que la estructura se desmorone. “Fue una etapa en la cual se encontró que existía una fisura horizontal en la cúpula, lo cual era muy preocupante. Todos esos trabajos que se estaban haciendo y se encontraban dentro del primer contrato, eran los referentes a las fisuras verticales y se podían observar a simple vista, mientras que la horizontal se pudo ver mediante un drone. Después de eso se comenzaron a hacer trabajos más profundos”, comentó.

Ante la fisura detectada se llamó de urgencias a una licitación. Vinieron técnicos italianos y se trajeron andamios especiales desde la argentina. Se solucionó el problema y ahora se trabaja en la última etapa, que incluye los trabajos desde la cornisa para abajo. Esta sería la última etapa. Luego se implementarán las tareas de mantenimiento en esta obra.