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El Balance Preliminar regional del organismo dependiente de las Naciones Unidas recalca que en el primer semestre del año, Paraguay mostró un importante dinamismo por efecto del crecimiento del sector de los servicios, las manufacturas y la construcción.

De acuerdo con el mismo reporte, la economía de América Latina y el Caribe cerrará 2018 con un crecimiento del 1,2 por ciento en el contexto de un “escenario mundial complejo”, que promete mayores y más diversas incertidumbres en 2019.

La producción agrícola paraguaya también reportó un crecimiento positivo, como resultado de buenos rendimientos de la soja, el maíz, la mandioca y el tabaco.

No obstante, la actividad del sector de electricidad y agua presentó una caída interanual.

“Para la segunda mitad del año se espera un menor dinamismo de la actividad económica, debido al escenario externo más complejo que afecta al comercio en las zonas fronterizas y la caída de la producción de energía eléctrica”, detalló el estudio.

En el área fiscal se espera un déficit global dentro del límite del 1,5 por ciento del producto interno bruto (PIB) establecido por la Ley de Responsabilidad Fiscal, agregó la Cepal.

En el tercer trimestre del año la inflación interanual promedio fue del 4 por ciento, levemente superior a la del mismo trimestre de 2017 (3,8  por ciento).

En esta misma línea, el Banco Central del Paraguay ha proyectado una inflación del 3,8 por ciento para el cierre de 2018.

Se espera que 2018 termine con un superávit más modesto, principalmente como consecuencia del menor volumen de exportaciones, debido a reducciones de los envíos de carne y de energía eléctrica, así como de las reexportaciones al Brasil.

Para el 2019, la Cepal estima un crecimiento del PIB similar al de 2018, aunque el fortalecimiento del dólar podría ejercer algo de presión en los precios internos.

EFE