2015-12-13 | 11:00
Plata de la Policía maneja un jineteroAbigeos, narcos y homicidas ¿tendrían protección de Sotelo?
Otra situación grave que señalaron las fuentes tiene que ver con los jineteros, sospechados de abigeatos. Supuestamente existe una orden de Sotelo de no “tocarlos” y en especial a una persona de apellido Mazacote, ya que el máximo jefe policial es jinetero y su “asesor” principal “ad honórem” es nada más y nada menos que el presidente de la Asociación de Jinetes del Paraguay, Delfín Guimaraes.
Una evidencia fue la supuesta conversación de Sotelo con un abigeo que lo llamó por teléfono para liberar el cargamento y separar a los oficiales intervinientes. El hecho ocurrió en la ciudad de San Ignacio, Misiones. Sotelo negó que haya recibido algún tipo de llamada al respecto pero nunca insistió en que se haga un peritaje o seguimiento en torno al caso que quedó en el “freezer”.
CARGAMENTO DE COCAÍNA
En Pedro Juan Caballero, el suboficial Oscar Vargas, de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, fue ejecutado presuntamente con la anuencia de sus jefes, los comisarios Freddy Moreno y Marcelino Espinoza, jefe de la Sección Investigación de Delitos en PJC, conocido como “Chiquilín”. Entonces, el comandante Sotelo envió astutamente a España a “Chiquilín” para aparentemente protegerlo y de esta manera disfrazar la situación.
Moreno y Espinoza autorizaron a los mafiosos de frontera que pasara un supuesto cargamento de droga de unos 300 kilos, “operación” por la que percibieron una paga de USD 150.000. Los mismos jefes enviaron posteriormente una brigada de suboficiales a interceptar el mismo cargamento, y volvieron a cobrar el mismo monto, según los informantes.
En ese grupo de agentes se encontraba el suboficial Vargas, quien luego fuera literalmente “entregado” por sus propios superiores a los traficantes, a quienes confirmaron su participación directa en el citado procedimiento. A este caso le sucedieron otras ejecuciones por encargo.
Otro de los asesinados en torno a este caso fue el suboficial 2° Gustavo Agüero, del Grupo de Operaciones Especiales (GEO) de Amambay. Pobladores de esa ciudad comentaron que mucho antes del robo ocurrido en la misma comisaría de PJC, Agüero estuvo involucrado en otro decomiso y esta situación causó una gran pérdida a las organizaciones criminales (se habla supuestamente de 450 kilos de droga) y que fueron varios los uniformados involucrados. Todos estos suboficiales estuvieron a cargo del comandante Críspulo Sotelo.
¿QUE PASÓ CON LA “MERCANCÍA” SUPUESTAMENTE ROBADA POR “GRINGO” GONZÁLEZ DE LA JEFATURA DE AMAMBAY? ¿QUE HIZO EL COMANDANTE SOTELO EN ESTE CASO?
El escándalo desatado en la Policía Nacional luego de que un cargamento de 252 kilos de cocaína de alta pureza de la misma jefatura de Policía de Amambay, se produjo en
momentos en que el actual comandante Crio. Gral. Críspulo Sotelo se encontraba al frente de la Dirección de Apoyo Técnico.
En el departamento Narcóticos tenía a uno de sus “leales”, el Crio. Princ. Bartolomé Báez López, cuyos agentes habían incautado el cargamento de cocaína en un operativo efectuado en la colonia Fortuna Guazú en el distrito de Zanja Pyta. Y precisamente, hoy Báez López ocupa el cargo que entonces ostentaba Sotelo.
La incautación de esa carga había sido conectada con los concejales departamentales de Amambay César Augusto Quevedo Isnardi (PLRA) y José María Luis Bogado
Martínez (ANR), quienes fueron procesados por la Fiscalía.
La carga confiscada había quedado en depósito en la jefatura de Policía de Amambay, de donde se robó. Los suboficiales Santiago Ferreira Coronel, Lucio Recalde y Celso Fleitas fueron procesados porque se encontraban de guardia en la sede policial el día en que se produjo el robo.
Según los datos, la carga había sido entregada luego al presunto traficante fronterizo Clemencio González alias “Gringo”.
Sospechosamente, la investigación de este caso nunca prosperó porque Sotelo tenía ciertos vínculos con algunos “personajes” de la frontera relacionados supuestamente
a “Gringo” González.
Precisamente por ello había enviado a la zona a Báez López a recolectar información pero la investigación nunca prosperó.
El comandante Sotelo tampoco hizo nada para que esa pesquisa avanzara, lo que sustentó las presunciones de que había ciertas conexiones con los jefes del hampa del Amambay.
Es sabido que los agentes policiales mantienen vínculos con los traficantes de droga, quienes obtienen protección a cambio de fuertes pagos de dinero, por lo general en dólares, para sus actividades al margen de la ley.
La investigación de la Revista Zeta de diciembre advierte un supuesto sistema de protección a traficantes de droga desde lugares estratégicos de la Policía Nacional.
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