Especialistas verifican los restos humanos hallados en una fosa clandestina.
Autoridades mexicanas dijeron el martes que encontraron 19 cuerpos enterrados en una fosa
clandestina en un poblado del sureño estado de Guerrero, donde el año pasado 43 estudiantes fueron secuestrados y asesinados por policías ligados con criminales.
Los cuerpos fueron hallados la semana pasada, luego de varios días de operativos por parte de la Subprocuraduría de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal mexicana en Chichihualco, del municipio de Leonardo Bravo, ubicado en el centro del estado.
"Hasta el momento son nueve cuerpos completos, ocho semicalcinados y restos óseos diversos. De una primera evaluación se puede hablar de 19 personas, pero pueden ser más", dijo una fuente de la Fiscalía.
Los cadáveres fueron localizados al fondo de una barranca de unos 500 metros que estaba cubierta por árboles y piedras. Hasta el momento se desconoce la identidad de las personas.
A raíz de la búsqueda de los 43 estudiantes, se han tomado, sólo en el norte de Guerrero, 638 muestras de ADN a familiares de personas denunciadas como desaparecidas a fin de cotejar sus datos con los de centenares de cadáveres encontrados, la mayoría en fosas clandestinas, por todo el estado.
Guerrero es uno de los estados más peligrosos en México, donde más de una decena de organizaciones delictivas luchan por controlar los cultivos de amapola, base de la heroína, y se registran asesinatos, secuestros y desapariciones.
En los primeros 10 meses del año fueron asesinadas 1,651 personas en todo el estado, frente a las 1,514 de todo el año anterior, según datos del gobierno federal.