Gentileza.

La legisladora negó a ABC cualquier tipo de vínculo de su familia con la empresa que adquirió insumos para Salud en el marco de la emergencia sanitaria, por unos Gs. 80 mil millones y que aparentemente derivó en camas para terapia intensiva sobrefacturadas y sin las especificaciones técnicas correspondientes. 

Samaniego reconoció que el depósito donde estaban estos elementos pertenece a su sobrina, hija de Gustavo Samaniegol pero que la misma había alquilado el inmueble a terceros. 

“El depósito es de Nathalia, pero ella no estuvo en el negocio del COVID (…) Sé que esto es una guerra comercial entre empresas, es entre poderosos empresarios del sector farmacéutico (…) Que la justicia les convoque a todos y que se sepa la verdad, toda la verdad, no solo de un sector”, explicó. 

Samaniego reconoció también que Rossana Rolón, concejala de Asunción y hermana del viceministro de Salud, Julio Rolón Vicioso, es su amiga, pero no tiene vínculo comercial con ella. “Rossana es mi amiga de más de 30 años. Yo no tengo ningún negocio con ella y ella no tiene ningún negocio conmigo”, indicó.

Por último, la senadora desafió a que “demuestren” cualquier vínculo entre las compras de los insumos de salud y su familia.