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El Consejo de Ministros aprobó la pasada noche la extensión del estado de alarma, decretado el pasado 31 de enero al comienzo de la crisis y que iba a expirar mañana viernes.

Para esta prórroga la coalición del Gobierno, entre el Movimiento Cinco Estrellas, el Partido Demócrata (centroizquierda) y otras fuerzas progresistas, han consultado a las dos sedes del Parlamento, el Senado y la Cámara de los Diputados, y ha logrado su apoyo.

Sin embargo en ellas contó con la oposición de la alianza de partidos de derechas: las ultraderechistas Liga y Hermanos de Italia y la conservadora Forza Italia de Silvio Berlusconi, entre otros.

La oposición considera que en estos momentos no hay una emergencia en curso, debido a la caída de los contagios, y también ve con recelo la gestión de la situación por decreto.

El primer ministro, Giuseppe Conte, defendió en el Parlamento que con el estado de emergencia el Gobierno estará preparado para responder más rápida y eficazmente a eventuales rebrotes y que, de dejarlo expirar, las normas aprobadas en estos meses decaerían.

Y negó cualquier deriva «liberticida», tal y como le reprocharon sus oponentes políticos.

En la actualidad en Italia la curva epidemiológica se encuentra en mínimos desde que se desatara la crisis, el pasado 21 de febrero, con la detección de los primeros contagios locales. Estas últimas semanas se registran unas 200 infecciones diarias de media.

En total en el país se han confirmado 246.700 contagios y 35.129 víctimas mortales, según los últimos datos de la Protección Civil y el Ministerio de Sanidad.

No obstante las autoridades advierten que el virus sigue en circulación y llaman a no bajar la guardia y a respetar las medidas de seguridad. EFE