El cantautor paraguayo Rolando Percy. GENTILEZA

A través de las redes sociales, la familia confirmó que el renombrado cantante paraguayo Rolando Percy falleció en la madrugada. Pasó varios días internado en un sanatorio privado luego de que se confirmara que fue contagiado de Covid-19.

Según el reporte que dieron los médicos, aproximadamente a las 01.00 de la mañana sufrió un paro cardiaco. “No le funcionaron más los órganos, luchó hasta el final, pero estamos tranquilos, la última vez que hablé con él me dijo que no tenía temor a la muerte y que Dios estaba con él, me transmitió una paz profunda que caló impresionante en mí”, dijo a Telefuturo Ronaldo Villalba, hijo del artista. 

Rolando Percy es reconocido por su gran trayectoria musical, con las bandas Los Blue Caps y con  Los Big Ben recorrió escenarios internacionales, desde Las Vegas hasta Buenos Aires. Incluso en el año 1971 el músico ganó el Festival Internacional de Mar del Plata.

DESPEDIDA. 

Los familiares informaron que será velado en el Salón Memorial, y que para las 10.00 está previsto que salga el cortejo fúnebre hasta el cementerio. 

El mensaje de la familia:

¡Rolando Percy Eterno!

Esposa, hijos, hermanos y nietos, con profundo pesar, comunicamos que ha partido a la eternidad nuestro amado Rolando Percy.

Hijo de Don Percio Villalba y de Doña Eduarda Alvarez, surgido desde la más completa humildad, logró volverse un símbolo de la música paraguaya y correntina, triunfando desde su juventud en la ciudad de Buenos Aires, destacándose como cantante y compositor, junto a sus hermanos Oscar, Jorge y Antonio.

Con éstos, formó el grupo “Rolando Percy y los Big Ben”, de célebre paso por los escenarios desde Las Vegas hasta el sur argentino.

Ya siendo un artista consagrado en Argentina prefirió volver al Paraguay, donde también cosechó grandes éxitos y donde por sobre todo formó una gran familia.

Contrajo nupcias con María Luz Cáceres de Villalba, sellando el compromiso ante Dios de acompañarla hasta que la muerte lo separe, lo cual ha cumplido.

Padre de Erika, Dahiana y Rolando, puso incansablemente el máximo de sus esfuerzos día a día en prodigarle a sus hijos los mejores cuidados, lo cual extendió a sus nietos hasta sus últimos días.

Por su familia trabajo sin cesar aún en la vejez, por su familia se acercó a Dios y a diferencia de otros artistas, supo dominar los peligros de la fama y el reconocimiento para mantenerse con la misma humildad de sus inicios, con el mismo optimismo en el futuro y con el mismo compromiso de alguien que siempre fue y siempre será recordado como un luchador, un padre amoroso, un artista inspirado, y por sobre todo UN GRAN HIJO DE DIOS!