Gentileza.

“Estoy clamando ayuda, mi hermano está por morir y yo estoy impotente y los políticos no nos hacen caso. Mi hermano está en su última etapa. No tengo más plata, no tengo más nada. Los medicamentos cuestan más de G. 800.000 mil y yo soy pobre”, dijo desesperado y llorando Rubén Oviedo, taxista de la zona de Villarrica. 

El hombre intentó acercarse hasta Mario Abdo durante el acto, pero los custodios del mandatario no se lo permitieron. Fue ahí que empezó a gritar clamando por ayuda. 

El titular del Ejecutivo primeramente pretendió hacer caso omiso ante los reclamos, pero una vez que los periodistas en el lugar le insistieron, la respuesta fue todavía peor, "no soy médico de acá, no sé que insumos faltan". 

Los comunicadores siguieron presionando y ahí el Presidente envió a uno de sus secretarios para que le consulten qué era lo que necesitaba y expresó que si le faltaba algo le iban a pagar. 

Ante este tipo de hechos es que surge la interrogante de dónde fueron a parar los US$ 1.600 millones prestados por el estado para afrontar la emergencia sanitaria y particularmente los US$ 400 millones destinados a Salud.