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Refieren los antecedentes del caso que el abuso fue sistemático y ocurrió durante los primeros meses del año 2008, momento en que la madre de la víctima trabajaba como empleada doméstica en la ciudad de Asunción. La hija quedaba a cargo de la abuela materna, situación aprovechada por el hoy condenado, quien la invitaba a su casa con el pretexto de ir a dormir con sus demás hijos menores.

La madre tuvo sospechas del hecho cuando un día invitó a su hija para ir a dormir a la casa de su pareja; la menor refirió que no quería ir y que tenía miedo. Ante lo sucedido, la mujer preguntó a su pareja si había ocurrido algo, a lo que respondió que debía cuidar a su hija, pues podría quedar embarazada en cualquier momento.

Acto seguido, la madre llevó a la menor al Ministerio de la Niñez y posteriormente se dio inicio a la investigación del hecho. El fiscal Villagra resaltó la importancia de la declaración de la niña en la Cámara Gesell. Además, el médico forense interviniente confirmó que la menor fue víctima de Abuso Sexual.

“La menor sostuvo hasta el último momento su acusación contra el padrastro, evidencia fundamental para que sea acusado a 22 años de cárcel”, resaltó el fiscal.