Imagen ilustrativa. GENTILEZA

La incursión del Líbano amenaza con abrir un nuevo frente en la escalada de violencia de los últimos días entre israelíes y palestinos, que recuerda la devastadora guerra de 2014.

Fuentes de seguridad libanesas confirmaron que su país lanzó en las últimas horas al menos tres cohetes hacia el norte de Israel, desde la región de Qlaileh, al sur de la ciudad costera de Tiro, en el sur del Líbano.

Sin embargo, el Ejército israelí informó que aterrizaron en el mar Mediterráneo sin causar víctimas ni daños.

En su cuenta de Twitter, el Ejército de Israel señaló que poco después de que se dispararan cohetes contra el norte de su país, también fue lanzada una serie de cohetes contra el sur de su territorio. No ha informado sobre posibles retaliaciones contra Líbano.

El sur del Líbano es el hogar de facciones militantes palestinas, así como del poderoso grupo chiíta Hezbolá, con el que el Ejército israelí libró una guerra en 2006.

Los enfrentamientos anteriores entre Israel y Hamas en Gaza se limitaron en gran medida al empobrecido y bloqueado territorio palestino y a las comunidades israelíes en la frontera. Pero este nuevo capítulo del conflicto parece estar creciendo más que en cualquier otro momento desde la intifada palestina de principios de 2000.

Hamas intensifica sus acciones; Israel responde

Horas antes, el grupo Hamas, que controla la Franja de Gaza y desde donde se inició el intercambio de bombardeos el pasado lunes indicó que disparó un poderoso cohete contra el segundo Aeropuerto Internacional Ramon, el segundo de Israel, cerca de la ciudad de Eliat, lo que obligó a desviar los vuelos hacia Tel Aviv.

Según las autoridades de transporte aéreo ese proyectil no impactó en la terminal aérea, por lo que continuó funcionando con normalidad.

Hamas ha enviado un fuerte aluvión de cohetes a las profundidades de Israel este 13 de mayo, mientras el Ejército israelí golpeó Gaza con más ataques aéreos y convocó a 9.000 reservistas más en las fronteras.

Los proyectiles de artillería y tanques que comenzaron a caer sobre Gaza obligaron a decenas de familias a huir de sus hogares, que a diferencia de Israel no cuentan con masificados bunkers ni la denominada Cúpula de Hierro, el sistema de defensa capaz de detectar y destruir los proyectiles antes de tocar tierra. La mayor parte de víctimas una vez más está del lado palestino.

De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud de Gaza, 87 palestinos, incluidos 18 niños y ocho mujeres, han muerto. Además, cerca de 530 personas han resultado heridas. Sin embargo, Israel asegura que sus ataques apuntan a objetivos de Hamas.

La Yihad Islámica confirmó la muerte de siete militantes, mientras que Hamas reconoció la muerte de 13 de sus miembros, incluido un comandante. Las fuerzas de seguridad israelíes afirman que el número de militantes muertos es mucho mayor.

En Israel han fallecido siete personas desde el lunes. Entre ellos, un soldado que perdió la vida por un misil antitanque y un niño de seis años que fue alcanzado por un cohete.

Las hostilidades se intensifican a pesar de los intensos esfuerzos de mediación de los negociadores egipcios que mantuvieron conversaciones con las dos partes.

Fuente France24 - con Reuters y AP