2021-06-14 | 10:26
CoronavirusAlgunas señales de que ya tuviste COVID-19 y no lo supiste
Si bien el COVID-19 lleva más de un año propagándose por el mundo y cobrando millones de vidas, aún hay muchos aspectos que no conocemos del todo sobre este nuevo coronavirus, incluidos los efectos a largo plazo en nuestro cuerpo y todos los síntomas que pueden persistir. Es un virus engañoso y nuevo en muchos sentidos.
Pero una investigación publicada el 19 de febrero en la revista médica JAMA Network Open arroja algo de luz sobre este enigma que se ha denominado “covid largo”, “covid prolongado”, “síndrome pos-covid” o “síndrome pos-covid agudo”. De manera simple, las personas contagiadas de COVID-19 pueden sufrir síntomas o efectos a largo plazo. Sin importar la gravedad de la enfermedad que atravesaron cuando se contagiaron. “En algunas personas, algunos síntomas pueden persistir o volver a aparecer por semanas o meses luego de la recuperación inicial. Esto también puede ocurrirle a personas con una enfermedad leve”, indicó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un documento publicado en septiembre de 2020. Además, la OMS detalló que la persistencia de los síntomas puede ocurrir independientemente de si se ha necesitado o no atención hospitalaria.
Entonces, ¿qué señales o síntomas indican que ya tuviste COVID-19 y por cuánto se pueden prolongar? Esto es lo que sabemos hasta ahora.
Fatiga y dificultad para dormir
La fatiga es uno de los síntomas más comunes de la infección por COVID-19 y también uno de los que más perdura, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). Una investigación publicada el 19 de febrero en la revista Jama Network Open encontró que más del 30% de los 177 participantes que siguió por 9 meses reportaron síntomas persistentes. La fatiga fue lo más común, junto a la pérdida del olfato o gusto. Todas las personas que participaron en este estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Washington, tuvieron COVID-19 confirmado por pruebas de laboratorio. El 30% también informó una peor calidad de vida, en comparación con el momento anterior a contraer el nuevo coronavirus. Y el 8% de los participantes indicó que tenía problemas para realizar al menos una actividad cotidiana, como tareas diarias en la casa.
De manera similar, un estudio que siguió a más de 1.700 pacientes de COVID-19 en Wuhan, el epicentro original de la pandemia en China, registró que el 76% sufrió al menos un síntoma meses después de ser dados de alta del hospital. ¿Los más comunes? Fatiga y dificultades para dormir, con el 63% y 26%, respectivamente, de los pacientes reportándolos medio años después de su diagnóstico inicial de COVID-19.
“Cuando miramos a los síntomas a largo plazo las grandes cosas que vemos son fatiga, letargo y trastornos del sueño. Y eso representa probablemente más de la mitad de lo que vemos”, señaló en diálogo con la CNN el doctor Christian Sandrock, profesor de medicina en cuidados intensivos pulmonares y enfermedades infecciosas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Califonia en Davis, California. También advirtió que muchos pacientes experimentan múltiples síntomas, y que estos pueden ser intermitentes.
Confusión o niebla mental
Los pacientes que sufren de efectos a largo plazo del COVID-19 enfrentan, en gran medida, una condición que se conoce como confusión o “niebla” mental. Este fenómenos se está percibiendo de manera global. Así, por ejemplo, Caroline Gurvich, subdirectora del Centro de Investigación de Psiquiatría Monash Alfred en Melbourne, ha confirmado su existencia. “Es algo real, aunque no se reconoce formalmente como una condición médica o psicológica. Intentamos definirlo como un concepto de las personas comunes utilizado para describir disminuciones sutiles en la atención, concentración, memoria y toma de decisiones: una confusión mental o falta de claridad”.
En la misma línea, la doctora Allison Navis, profesora asistente en la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Mount Sinai en Nueva York, señaló a la CNN que la confusión mental “es un síntoma, no un diagnóstico. Y significa muchas cosas distintas para diferentes personas. Con frecuencia es una combinación de problemas de memoria a corto plazo, concentración o dificultad para expresarse”.
Y hay otro asunto relevante, según Navis. Esta confusión mental no parece tener una relación clara con la gravedad de la infección por COVID-19, la edad u otros factores de riesgo. Según explicó, los médicos han observado estos síntomas en pacientes jóvenes -tanto niños como adolescentes-, que tuvieron un COVID-19 leve y eran sanos.
Dificultad para respirar, tos y pérdida del olfato o gusto
infobae
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