Copia de la investigación publicada en la Revista Zeta en su edición impresa de marzo sobre los privilegios de los que gozan los del

La publicación de la Revista Zeta evidencia maniobras en la petrolera estatal que perjudicarían al sector privado en el preciado negocio de los combustibles.

Por si fuera poco este derroche, también se autoasignaron fuertes aumentos salariales, como fue el caso del mismo Campos Krauer, que pasó de G. 34.000.000 a G. 36.013.999 mensuales, o del director jurídico Sebastián Irún quien aumentó su ingreso salarial de G. 15.240.681 a G. 20.208.163.

Una excompañera suya en Shell, la gerente general Catherine Vargas, se autoaumentó de G. 20.208.163 a G. 25.838.759, o el gerente de la planta de Villa Elisa, también amigo y excompañero de Campos Krauer en Shell, Víctor González, que obtuvo otro incremento, pasando de ganar 15.000.000 de guaraníes a 22.574.872, al igual que Daniel Rossi, también otro próximo a Rómulo, asesor y cuyo salario fue de G. 15.000.000 a G. 18.000.0000.

Igualmente se beneficiaron ampliamente en este gobierno Vanesa Iribas, ya que de percibir G. 7.130.128 pasó a G. 11.307.941 a través de Carlos Cañete, verdadero mandamás de Petropar, quien no tiene cargo, pero rinde cuenta directamente a Cartes, convirtiendo a Campos Krauer en un simple ejecutor de las órdenes a través de la línea que le baja Cañete, viejo amigo del Presidente, primero en el Banco Amambay y después en la directiva de Libertad.

Otro caso llamativo es el de Cecilia Benzo, que de ser auxiliar y tener un sueldo de G. 3.879.381, pasó a percibir 17.054.734 guaraníes, además de acceder al cargo de Secretaria General. Los sindicalistas, también están en la repartija, como el caso de Alberto Cañete, Presidente de la Coordinadora Colorada de Petropar, cuyo sueldo trepó de G. 7.787.183 a G. 9.718.322, así como el de otro sindicalista de similares características del anterior, Gustavo Arámbulo, que de G. 10.730.432 aumentó sus ingresos a G. 12.587.473.

La nueva era en Petropar

La historia es larga y repetida. Pero en esta administración de pronto se fueron cambiando las reglas de juego. Se puso mayor atención en el negocio y se llegó a la conclusión que los beneficios podrían multiplicarse geométricamente si se controlaban los dos elementos claves del negocio: provisión de combustibles, y el transporte. Hasta entonces el funcionamiento era el mismo, con las reglas que incluían participación del sector privado, agrupados en Apesa y que dinamizaban el comercio. 

Sin embargo Petropar por razones políticas subsidiaba el combustible de manera a evitar una suba que produciría un efecto multiplicador en la economía, sector de alimentos,
transportes etc., desencadenando consecuencias negativas.

Ministro Leite y su enfrentamiento con Petrobras

Quien llevó adelante el nuevo diseño de presencia del gobierno en Petropar fue el Ministro Gustavo Leite de Industria y Comercio quien se manejó con instrucciones precisas y aplicando normas que impusieron más beneficios aún a costa de los emblemas, generando una situación próxima al “monopolio parcial” ya que obligaba a las demás a comprar de Petropar cierto tipo de combustibles para favorecer a la misma en perjuicio de la libre competencia.

Dijo Leite: “Petropar va a demostrar coherencia, va a eliminar la corrupción. En segundo lugar, va a demostrar transparencia en sus costos y en su accionar a la ciudadanía. En tercer lugar, Petropar va a tener el 50% del mercado de la nafta común de 85 octanos y del diésel Tipo III, que es el gasoil común, que ahora va a ser el de mayor calidad en el Paraguay”.

Finalmente ante el hecho consumado, todas debieron aceptar las nuevas reglas, menos Petrobras, que mantuvo una postura firme, provocando el abierto enfrentamiento con la  estatal y generando discusiones que trascendieron el ámbito privado y se trasladaron a los medios y a la opinión pública.

Ciertas expresiones del Ministro hasta entonces medido en sus intervenciones, se volvieron increíblemente agresivas llegando a lesionar la imagen de la petrolera brasileña al llamarla “sin autoridad moral” lo que generó público enfrentamiento.

Petrobras desmintió al ministro Gustavo Leite, quien dijo que no existe persecución hacia el emblema y que solo “está aplicando la ley” en un caso de supuesta falta de habilitación que les afecta para operar en el aeropuerto Silvio Pettirossi.

El sello asegura que fue el MIC el que nunca otorgó dicha habilitación, pese a haber presentado todas las documentaciones. El trasfondo es un contrato que no firmó Petrobras a favor de la estatal Petropar.

Aparece “Puma Energy”

Este desembarco de Puma Energy en el negocio también se complementa con otro detalle: es subsidiaria de Trafigura, un gigante holandés del comercio, también volcado hacia los transportes de combustibles, que asegura una relación sólida y poderosa para quien pretenda ser un referente principal dentro de la actividad en cualquier parte del mundo.

Leite, en medio de su entredicho con Petrobras dejó escapar algunas frases nada accidentales. Al mencionarse el posible abandono del mercado de ésta, agobiada por los escándalos en Brasil y la presión extrema en el mercado paraguayo. “Si se va Petrobras no hay problema, vendrá otro jugador”.

Inconsciente o conscientemente no hay dudas que se estaba refiriendo a la posibilidad (y el interés evidente) que Puma Energy comprara la totalidad de la empresa brasileña y se convirtiera de acuerdo al volumen, sumando las cerca de 100 estaciones de Petrobras en la principal figura del negocio en el Paraguay.

Los dos primeros presidentes de la petrolera brasileña en la era Cartes tuvieron efímera vida. Intentaron negociar sin éxito alguno la deuda con PDVSA y no entraron a la órbita de crecimiento que se puso en marcha con la llegada de Rómulo Campos Krauer, un conocedor del tema a través de su pasopor SHELL, de donde eligió a la mayoría de su estado mayor que ahora lo acompaña, gozando de los beneficios de esa proximidad en salarios y aumentos del primer mundo como se verá.

Es evidente que existen planes y órdenes precisas que se cumplen para el despegue de la institución e ir convirtiéndose más que en una reguladora del sistema en protagonista principal del mismo, amparado en su condición de estatal, y los beneficios que puede obtener a través de arbitrarias disposiciones como ya hemos visto.  ¿El excesivo celo de Leite, casi generando una cuestión de Estado en su enfrentamiento con Petrobras obedece solo a un espíritu patriótico o hay inconfesables objetivos detrás? Los proyectos que envuelven Petrobras están diseñados a permanecer por años o décadas, como el tema del gas licuado en que se prevé invertir más de 40 millones de dólares, con una proyección de recupero de 50 años, si es que la tendencia sube en alza según los cálculos hechos.

Pero en estos momentos, el gigantismo de Petropar desde su infraestructura robustamente fortalecida con una inyección de inversiones y remuneraciones millonarias a su personal, habla de un compromiso casi personal de Horacio Cartes de mantener esa línea de crecimiento, sin saber cuál será la actitud de sus sucesores, lo que condenaría todo al azar o al tiempo, lo que es impensable, sosteniendo la teoría que hay más cosas detrás.

Más inversiones
Ya el año pasado se realizaron licitaciones para invertir en el tema del gas sin que aún se haya concretado el proyecto “Adquisición skid de carga de GLP (gas licuado de petróleo) en estaciones de servicio”, por un monto de G. 11.140.000.000, con entrega de anticipo del 30%. “provisión de equipos para carga manual de gas licuado de petróleo (GLP) en garrafas y acondicionamiento de instalaciones por G. 1.168.500.000”, anticipo del 30% del monto total, “adquisición de camiones con tanques graneleros para GLP”,  por G. 6.960.000.000, con anticipo del 30%. Lo que representa 20 mil millones de guaraníes, de los que ya se han desembolsado en anticipos, 6 mil millones.

Cabe recordar que Petropar ya había incursionado en el pasado en el rubro del gas licuado de petróleo (GLP) y le resultó un rotundo fracaso. Fue durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy (1993-1998), época en la que se construyeron las cuatro esferas de gas que posee la estatal en su planta de la exrefinería de Villa Elisa. Para su construcción se desembolsaron más de US$ 8 millones, aunque nunca se utilizaron.

De acuerdo con Leite, los propietarios de los combustibles “lloran ahora porque se les quitó la mamadera” durante este gobierno, y que reaccionan contra Petropar porque esta empresa estatal ahora entrará a competir en el mercado “La empresa del señor Ortega tiene el 55% de producción en el mercado del gas”, ejemplificó, dando a entender que la postura del titular de la B&R es por esa razón.

El ministro sostuvo que los emblemas privados ganan millones de guaraníes, pero ocultan sus planillas de costos para que la ciudadanía no se dé cuenta del “negocio” de los dueños de las gasolineras. Al respecto, como representante del sector privado Luis Ortega de Barcos y Rodados dijo: “Que entre, pero en las mismas condiciones que nosotros, no a base de decretos que nos obliguen a comprarles el 50%, que entre como están las condiciones hoy”. Reiteró que el ministro Leite es uno de los representantes del Ejecutivo que los maltrata, pese a que éste lo negara en varias ocasiones en medios de comunicación. “Con relación a no maltratar a nadie, que me traten de contrabandista, si eso considera que no es (maltrato), entonces según él no, para mí sí (...) somos un sector muy importante en la economía del país, nos merecemos más respeto”, recalcó el presidente de Barcos & Rodados.

“Vuelvo a decir, estamos a su disposición para tratar de mejorar este mercado de combustible, pero si no nos llaman y solo sale a hacer declaraciones a la prensa, lo único que nos queda es responderle por este medio. Seguro ha de estar enojado, pero que le vamos a hacer”.