Imagen ilustrativa. GENTILEZA

La representante del Ministerio Público, agente fiscal Angelina Arriola Funes, el día de ayer logró probar en Juicio Oral y público la existencia del hecho punible de Coacción Sexual y Violación y la responsabilidad del acusado. Se trata de J. R. A. , quien fue condenado por el Tribunal de sentencia de Encarnación a la pena de 16 años de cárcel por encontrarlo culpable luego de analizar todas las pruebas producidas durante el juiocio.

Las investigaciones de la Fiscalía determinaron que, el hecho ocurrió el 14 de marzo de 2017, en un establecimiento rural ubicado en la zona conocida como Mundo Aparte del distrito de Trinidad, del departamento de Itapúa. El hombre, luego del fallecimiento del padre de la víctima, se acercó a la familia ofreciendo su ayuda ya que fue amigo del fallecido. El hombre se mostró como una persona buena y bondadosa, logrando así ganar la confianza de la familia de la víctima, quien también era pareja del hijo del acusado.

Luego de llevar a su nuera bajo engaños a la ciudad de Encarnación diciendo a la madre de la víctima que su hija debía firmar documentos en una escribanía para gestionar la chapa de una motocicleta y que no se preocupara porque serían acompañados por su esposa. Cuando llegaron al lugar la joven se percató que no existía ningún documento. La situación fue reclamada por la mujer a quien el hombre respondió que su intención fue siempre estar a solas con ella.

Después, el victimario se dirigió directamente a un motel e intentó ingresar adentro a su nuera, pero la joven se negó a tener relaciones sexuales con el padre de su novio, luego continuaron su trayecto a la ciudad de Hohenau.

La víctima declaró en el juicio que, en el trayecto le pidió perdón y le dijo que no quería perder su confianza. Sin embargo, al llegar a la altura de la localidad de Trinidad le dijo que ingresarían a un establecimiento rural a mirar unos animales vacunos que quería comprar.

Ingresaron a un camino de tierra hasta el piquete donde estaban los animales. El hombre detuvo la camioneta, descendió de ella y se dirigió a la puerta del acompañante ya con los pantalones abajo, según la declaración de la víctima ante los miembros del Tribunal de Sentencia.

Al percatarse de ello, la joven quiso huir por la puerta del conductor, pero su agresor la sostuvo de ambas piernas con mucha fuerza y violencia, la víctima llorando le suplicó que la soltara. Al intentar zafarse pateó al hombre, se lastimó el pie en el forcejeo. El agresor logró someterla sexualmente con mucha violencia y sin su consentimiento.

Durante el desarrollo del Juicio oral y público, la Fiscalía produjo importantes pruebas de carácter testimonial, documental, fotografías, y fue determinante la prueba científica del Informe Médico Forense de la inspección física y ginecológica realizada a la víctima y el informe psicológico que concluyó la existencia del daño psicológico postraumático.