La camioneta en la cual circulaba Luis María Argaña cuando se produjo el mortal ataque, en 1999.

Poco después de las 08:30 de aquel martes 23 de marzo de 1999 ocurrió el magnicidio de Luis María Argaña, entonces vicepresidente de la República y alto referente del Partido Colorado.

Su camioneta Toyota Land Cruiser de color bordó fue interceptada por los criminales sobre la calle Diagonal Molas casi Sargento Gauto, en el barrio Jara de Asunción. El segundo del Ejecutivo se dirigía a su oficina.

El rodado fue "rociado" a balazos por al menos dos de los tres hombres que perpetraron el ataque. Los proyectiles acabaron con la vida de Argaña y de su guardaespaldas Francisco Barrios González, mientras que el chofer Víctor Barrios Rey logró sobrevivir a las heridas y se refugió en una casa cercana.

El hecho generó una conmoción en el país y en la región. Horas después comenzaron las primeras manifestaciones.

Al día siguiente, el entonces presidente de la República, Raúl Cubas Grau, ordenó la detención de su mentor político, Lino César Oviedo, principal sospechoso de ordenar el asesinato de Argaña. Ese mismo día el Congreso decidió someter a juicio político al mandatario.

Las manifestaciones subieron de tono y se sumaron los campesinos. Fue una batalla campal en el microcentro de Asunción, que empeoró con la salida de militares por orden del presidente.

Las represiones de policías y disparos de desconocidos causaron la muerte de nueve manifestantes, con el correr de los días.

La presión social y política obligó al entonces presidente de la República, Raúl Cubas Grau, a renunciar el 28 de marzo. Asumió en su reemplazo Luis Ángel González Macci, presidente del Congreso.