Imagen ilustrativa. GENTILEZA

La llamada, que duró unos 90 minutos, es la segunda conversación directa que mantienen los líderes de ambas potencias desde que Biden le arrebató la presidencia a Donald Trump (la primera fue en febrero), y se produce en un momento en el que las relaciones entre ambas potencias atraviesan su punto más bajo en décadas.

Desde hace años, la lista de contenciosos entre las dos mayores economías mundiales no deja de crecer: desde los conflictos comerciales, tecnológicos o de ciberseguridad a la polémica por el origen de la pandemia, disputas territoriales -Taiwán, mar de China Meridional- o por la situación de los derechos humanos en Hong Kong, Xinjiang o Tíbet, por citar solo algunos.

De acuerdo con un comunicado de la Casa Blanca, los mandatarios mantuvieron una discusión “amplia y estratégica”, que incluyó áreas en los que sus intereses convergen -caso de la lucha contra el cambio climático, la prevención de pandemias o la recuperación económica- y otras donde “nuestros intereses, valores y perspectivas divergen”.

“La discusión, como dejó claro el presidente Biden, es parte del esfuerzo continuo de EE.UU. para gestionar responsablemente la competencia entre EE.UU. y la República Popular de China”, añadió.

Por su parte, los medios estatales chinos aseguraron que fue un diálogo “sincero y profundo” que sirvió para cubrir “una amplia comunicación estratégica y temas de interés mutuo”.

Durante la conversación, Xi aprovechó para decirle a Biden que la política de Washington sobre China ha provocado “graves dificultades” para las relaciones mutuas. También apuntó que si sus países trabajan juntos, tanto ellos como el resto del mundo se benefician, pero que si se enfrentan, “ambos países y el mundo sufrirán”.

Finalmente, ambas partes acordaron mantener contactos frecuentes y pedir a sus respectivos equipos de trabajo que se hablen más entre sí.

Desde la capital americana, un funcionario anónimo dijo a varios medios que la llamada se produjo a petición de Joe Biden, que estaría “exasperado” por la falta de voluntad de los funcionarios chinos de menor nivel por mantener conversaciones sustanciosas con su Administración.

Biden está «exasperado» por la falta de voluntad de los funcionarios chinos por mantener conversaciones sustanciosas Hace unos meses, uno de los escasos encuentros de alto nivel celebrados en Alaska entre ambas naciones estuvo plagado de tensión, con funcionarios de ambos bandos intercambiando duros reproches y reprimendas en público.

Por su parte, la vicesecretaria de Estado de EE.UU., Wendy Sherman, visitó China en julio para reunirse con su homólogo, el viceministro de Exteriores chino, Xie Feng, pero el encuentro resultó infructuoso y la diplomática regresó a Washington con la sensación de que sus interlocutores se habían limitado a reiterar sus posturas sin voluntad alguna de negociar.

Ni siquiera los asuntos en los que los intereses de ambos convergen están libres de conflicto. La semana pasada, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, advirtió al enviando especial para el clima de EE.UU., John Kerry, que el deterioro de las relaciones entre ambos países también podría afectar la cooperación sobre asuntos tan vitales como el cambio climático, por lo que le urgió a tomar medidas para mejorar esos lazos.Clarín.