Imagen ilustrativa. GENTILEZA

Instituciones púbicas abocadas a la investigación de la ciencia de la salud podrían aunar esfuerzos en el futuro para intervenir en algunas fases de fabricación de diferentes plataformas de vacunas, principalmente las que son utilizadas en el esquema de inoculantes aplicados en el país.

El doctor Mario Martínez, director del Instituto de Investigación de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Asunción aseguró que, si bien la fabricación de vacunas no es sencilla, no se descarta de que el sector público unido pueda, en algún momento, intervenir en algunas de las fases de la elaboración de los biológicos, aunque por ahora "es un poco difícil".

“No solamente desde el punto de vista de la fabricación de las vacunas, sino se tienen que seguir ciertos delineamientos para poder producir, talvez en algunas etapas sí se pueda intervenir en la fabricación de los biológicos”, afirmó.

El profesional comentó que en el pasado se formó y trabajó en un centro muy importante de fabricación de vacunas del Japón, BIKN de la Universidad de Osaka, por lo que no descartó la posibilidad en algún momento de realizar esa labor, aunque depende de muchos factores.

“Hace meses atrás me había reunido con el equipo investigadores, por el momento desde el Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud veo un poco difícil, porque se requiere no solamente de la capacidad técnica, sino también de mucha infraestructura”, enfatizó.

Indicó que la producción de vacunas tiene que venir, no solamente por las capacidades de los especialistas de las instituciones de investigación, sino también se requiere de mucha inversión monetaria e infraestructura.

“Todo eso se tiene que sopesar para ver en qué tiempo se podría establecer y también en conjunto con otras instituciones, acá tiene que haber un trabajo interinstitucional, no solamente la UNA, el Ministerio de Salud y otras instituciones que podrían eventualmente participar en la fabricación de vacunas, pero tenemos que dar ese paso en algún momento”, ratificó.

Mencionó que ese trabajo no sería para el SARS-Cov-2, sino para otros biológicos. “Sabemos que hay diferentes plataformas de vacunas, entonces no debemos empezar por la más costosa que está en fase experimental, sino en aquellas que ya tienen unos años de fabricación, y podríamos de alguna forma intentar, por lo menos, empezar a producirlas”, subrayó.

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