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“Hace 17 años mi hija vive en Predazzo, nunca me llamó, ni en mi cumpleaños, ni en la navidad ni en año nuevo, nunca fue buena la relación”, lamentó doña Ninfa. Asimismo manifestó que aparentemente el marido de su hija es quien está influyendo en la decisiones que ella está tomando.

Relató que ella le cedió la casa a su hija cuando se casó debido a que su marido no tenía donde llevarla. “Yo le di como toda madre con todo el corazón, ¿qué madre va a querer que su hija ya embarazada vaya a vivir debajo de un puente”, dijo. Acotó que en el 2004 o 2005 ellos viajaron a Italia y desde allá empezaron los trámites para despojarla de la vivienda.

Agregó que el abogado de su hija tenía un poder para desalojarla de la vivienda, pero sin su firma que le autorizara para que pudiera titular la casa. Indicó además que por maldad mandaron a derrumbar la vivienda, ya que ella ya había salido de su domicilio. Acotó que momentáneamente está viviendo en la casa de uno de sus vecinos, pero tiene que pagar alquiler.

Señaló a su vez que tiene otro hijo que vive con ella, trabaja y la cuida. Él intentó comunicarse con su hermana pero no lo atiende ya que aparentemente lo bloqueó en el WhatsApp.

Ñanduti