“No hay duda de que las vacunas son efectivas contra la enfermedad más severa y protegen de hospitalizaciones y la pérdida de la vida. Incluso con la variante dominante delta, que es más transmisible y grave, se siguen evitando muertes”, afirmó, al tiempo que pidió que se mantengan también las medidas “no farmacéuticas” como las mascarillas o la distancia social.
La Comisión Europea, dijo, está en contacto con los países más afectados por los nuevos incrementos en contagios, “los que tienen las tasas de vacunación más bajas”, para ofrecer apoyo en la lucha contra la desinformación sobre las inmunizaciones, movilizar recursos del mecanismo europeo de protección civil e impulsar la administración de la vacuna.
Kyriakides confirmó también que la Comisión Europea está preparando una propuesta para actualizar la recomendación comunitaria relativa a los viajes no esenciales dentro de la Unión Europea esta misma semana, así como otra para los viajes hacia la Unión Europea desde terceros países.
En cuando a las restricciones que están imponiendo de nuevo algunos países europeos, como Austria o Alemania, la comisaria chipriota recordó que Bruselas “no puede forzar a la coordinación” en un área en el que la competencia principal la tiene cada gobierno, pero insistió en el “éxito” del certificado digital covid que muchos países están usando para que los ciudadanos prueben su estatus sanitario.
Europa se enfrenta a una nueva ola de infecciones de covid-19, por lo que varios países han decidido reforzar las restricciones. El viernes, Austria anunció que confinará de nuevo a la población a partir del lunes y que la vacunación anticovid se tornará obligatoria en febrero.
Hace unas semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró su “gran preocupación” por la situación de la pandemia de coronavirus en Europa e instó a los países a introducir medidas sociales y de salud pública ante una “amenaza real”.
Aunque la subida de casos es generalizada en todos los grupos de edad, la OMS destacó como más preocupante el “rápido” aumento en las personas mayores, ya que el 75 % de las muertes son de gente de más de 65 años.
Y si no hay una reacción y la transmisión se mantiene a estos niveles, podría haber medio millón de muertos en la región de aquí al 1 de febrero, con 43 países en situación de “presión alta o máxima” en sus sistemas de salud, según proyecciones de la OMS.
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