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Recordando los momentos más duros de la pandemia el año pasado, el doctor Hugo Aquino, médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), confía en que esta vez, gracias a las vacunas, la historia sea diferente.

En el peor momento de la pandemia, que hasta el momento se ha cobrado la vida de 16.689 personas en el país, en el Ineram ingresaban familias enteras y en muchos casos solo algunos lograban salvar la vida, recuerda el profesional.

«Eso era muy chocante de ver y creo que fue lo más triste de esta pandemia, ver familias enteras no sabiendo la situación de su familiar y al salir de alta encontrarse ya que faltaba alguien para compartir afuera», rememora.

Actualmente, con la circulación comunitaria de la variante ómicron, el Ineram está experimentando nuevamente un alto nivel de ocupación de sus camas y su pabellón respiratorio, el primero de los muchos instalados por el Gobierno Nacional en el país en los últimos meses, tiene actualmente el 100% de sus camas ocupadas.

La diferencia respecto del panorama del año pasado la marcan las vacunas, ya que el 80% de los internados por covid son personas no vacunadas, «lo cual confirma que exista una gran incidencia de la vacunación al momento de producir las formas graves de la enfermedad», según sostiene Felipe González, director del Ineram.

«Si hoy no estamos en una situación sanitaria bastante difícil es gracias a las inmunizaciones», afirmó el director en una entrevista a la 650AM.

Si bien la circulación comunitaria de la variante ómicron produce un ascenso exponencial de casos positivos en las últimas semanas y familias enteras llegan nuevamente a los hospitales reportando síntomas, hoy los cuadros son mucho más leves gracias a la vacunación, afirma la doctora Norma Velázquez, directora del Hospital de Barrio Obrero.

«Están subiendo los casos, pero hoy no estamos teniendo esa desesperación de buscar oxígeno, como fue el año pasado», recuerda en una entrevista este miércoles con Radio Monumental.

«Las personas vacunadas igual llegan a internarse o incluso a terapia intensiva pero con una evolución muy diferente a antes de las vacunas», afirma igualmente el doctor Alberto Ortíz, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva del Ineram.

«El paciente vacunado tiene una evolución mucho más rápida, favorable, que lo que veíamos anteriormente. Los pacientes jóvenes vacunados prácticamente ya no ingresan a terapia», destacó el profesional sumándose a sus colegas al pedido de que la ciudadanía se aplique las vacunas.

IP