Imagen ilustrativa. GENTILEZA

“Los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 se inaugurarán en medio de atrocidades y otras graves violaciones de los derechos humanos por parte del Gobierno chino”, sostienen 243 organizaciones que piden un boicot para el emblemático evento deportivo.

Human Rights Watch, Frontline Defenders y Women's Rights Without Frontiers se encuentran entre los movimientos que instan a los políticos del mundo a expresar su protesta una semana antes de que inicien los Juegos.

"No es posible que los Olímpicos sean una 'fuerza para el bien', como afirma el Comité Olímpico Internacional, mientras el Gobierno anfitrión está cometiendo graves delitos en violación del derecho internacional", aseguró la directora para China de Human Rights Watch, Sophie Richardson.

Mediante un comunicado emitido este 28 de enero, las oenegés aseguran que documentaron numerosos casos de abusos como la detención, torturas y el trabajo forzado a uigures, ataques a la libertad de prensa y el presunto uso de tecnología para la vigilancia, lo que viola la privacidad de los ciudadanos.

Zumretay Arkin, del Congreso Mundial Uigur, aseveró que su pueblo está sufriendo "la mayor campaña de detenciones masivas desde el Holocausto", con esterilizaciones forzadas, abortos provocados, destrucción cultural, separaciones de familias y a todo ello "contribuyen empresas extranjeras que se abastecen en Xinjiang", recalcó.

Para los denunciantes, un boicot a los Olímpicos sería un golpe significativo para el Gobierno chino que vería afectada su imagen internacional. Brian Leung, director ejecutivo del Consejo Democrático de Hong Kong (en el exilio), señaló que, si atletas y gobiernos alzan su voz en contra habría un punto de partida para no normalizar lo que ocurre en la nación asiática.

China "es más hostil que nunca al discurso de los derechos humanos" y está logrando "normalizar la autocensura", subrayó Leung.

El pasado 6 de diciembre, Washington anunció un boicot diplomático a los Olímpicos por las "atrocidades" de DD. HH. en China y como un efecto dominó su posición fue seguida por Australia, Reino Unido, Japón y Canadá.

Sin embargo, Francia y Alemania se mostraron en contra del veto. "Debemos tener cuidado con el vínculo entre el deporte y la política (…) El deporte es un mundo aparte que debe protegerse de la interferencia política. De lo contrario, las cosas pueden salirse de control y terminar matando a todas las competiciones, indicó entonces el ministro francés de Educación, Jean-Michel Blanquer.

ACEPTAN VISITAS DE LA ONU

En medio de la resonancia internacional, la prensa local reportó que el Gobierno de Xi Jinping acordó una visita de la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, a la provincia de Xinjiang, donde se estarían cometiendo los abusos a gran escala.

Es un paso que Naciones Unidas ha intentado negociar durante años y hasta ahora de manera infructuosa.

El diario 'South China Morning Post', citando fuentes no identificadas, informó que la presencia de Bachelet allí estaría condicionada. La representante de Naciones Unidas solo podría dirigirse a la región cuando terminen los Juegos Olímpicos, a partir del 20 de febrero, y con la condición de que sea una visita "amistosa", no enmarcada como una investigación.

Sin embargo, el portavoz de la Alta Comisionada, Rupert Colville, respondió que Michelle Bachelet está en conversaciones con el Gobierno chino para una posible visita en la primera mitad de 2022, pero que debe ser "significativa, con acceso no supervisado" a la región de Xinjiang.

Beijing ha sido objeto de críticas de larga data por las denuncias de abusos contra los derechos humanos de las minorías étnicas, así como por la represión de la libertad de expresión.

Las políticas de Beijing frente a Hong Kong se sumaron en los últimos años al rechazo generalizado. Y más recientemente, el caso de la tenista olímpica Peng Shuai, quien acusó al exviceprimer ministro, Zhang Gaoli, de acoso sexual.

Inicialmente, el paradero desconocido de la deportista tras hacer los señalamientos públicos, y posteriormente sus apariciones en las que cambió su versión y aseguró encontrarse bien, no han mermado las preocupaciones de la comunidad deportiva sobre su estado.

Beijing niega todas las acusaciones de abuso contra los uigures y otros musulmanes turcos y ha descrito sus políticas como “necesarias” para combatir el extremismo religioso. 

Fuente France24