Captura de imagen de una cámara de seguridad donde se observa el momento preciso del ataque.

Fabio Ramón Zarza y René Sartorio estaban sentados en la puerta de un comercio en Pedro Juan Caballero, capital del departamento de Amambay, en el límite con Brasil. Un tercer hombre recogió basura y lo depositó a un cesto. Luego se sentó al lado de ambos. Compartían una ronda de cerveza.

En ese momento se acercó lentamente un automóvil y antes de que el conductor detuviera la marcha por unos segundos, ya comenzaron las ráfagas de ametralladoras. Una humareda cubrió el lugar, mientras una de las víctimas, Zarza, cayó al suelo y dio algunas vueltas, mientras seguía recibiendo tiros. El otro afectado, Sartorio, permaneció sentado en su silla, sin posibilidad de moverse. Fue una masacre.

Fabio Zarza murió en el acto. René Sartorio fue ayudado a levantarse de la silla para ser derivado al hospital regional de Pedro Juan Caballero, donde falleció finalmente. El tecer sujeto, quien estaba sentado a centímetros de ambas víctimas, se salvó de milagro del ataque.

Ambos fallecidos tenían antecedentes penales por intento de homicidio. Se sospecha que pertenecerían a algunos de los grupos criminales que operan en la frontera seca entre Paraguay y Brasil. El hecho formaría parte de la serie de ajuste de cuentas en la zona.

Tras la masacre, los pistoleros huyeron del sitio. Una patrulla policial los persiguió, pero lograron ocultarse en una zona boscosa luego de abandonar el automóvil.