Gentileza
La fiscal Julia González obtuvo una condena de 11 años de pena privativa de libertad para un hombre que fue hallado culpable por el abuso sexual de su hija menor de 13 años. El hecho ocurrió en el 2009 y la condena se dio conforme con la Ley anterior, en que la expectativa de pena máxima para hechos de esta naturaleza era hasta 15 años.
Según antecedentes, los abusos se repitieron en reiteradas ocasiones en una vivienda ubicada en un barrio ribereño de la capital del Alto Paraná. La última agresión sexual se produjo el 3 de diciembre de 2009, ocasión en que el hoy condenado aprovechó que su pareja y madre de la víctima no se encontraba en la casa para cometer el ilícito.
Para el efecto, el sindicado encerró en la habitación a la niña y comenzó a manosearla hasta consumar el abuso sexual. Estos actos se dieron en reiteradas oportunidades, siempre aprovechado la ausencia de la madre, quien era la que más trabajaba para la manutención de la familia, mientras el hombre se encargaba del cuidado de los hijos.
El hoy condenado ya fue denunciado en el 2007 por el abuso de su hija, siendo procesado y recluido en prisión, pero al recuperar su libertad volvió a someter sexualmente a la víctima, según quedó plenamente probado durante el juicio oral y público.
El Tribunal de Sentencia que aplicó la sanción penal estuvo presidido por el juez Milciades Ovelar e integrado por sus pares Carlos Vera Ruiz y Emilia Santos.
Mayores detalles del caso y la identidad del sentenciado se omiten, en virtud a lo establecido por el Código de la Niñez y Adolescencia.