Imagen ilustrativa. GENTILEZA

El policía blanco Derek Chauvin fue condenado el jueves 7 de julio a 21 años de prisión por un tribunal federal estadounidense por asfixiar con su rodilla al afroamericano George Floyd.

El ex agente, de 46 años, ya había sido condenado a 22 años y medio de prisión por asesinato en el estado de Minnesota, pero ha recurrido la sentencia.

La sentencia federal por "violación de los derechos civiles" del hombre negro de 40 años es definitiva, ya que es el resultado de un acuerdo de declaración de culpabilidad. Se puede cumplir al mismo tiempo que la otra sentencia, dijo el juez de St. Paul Paul Magnuson, dándole crédito por los siete meses que ya pasó en custodia.

"No sé por qué lo hiciste, pero poner tu rodilla en el cuello de alguien hasta que muera está mal. Y por eso debes ser castigado severamente", le explicó el magistrado.

Sin disculpas ni remordimientos

En un breve discurso, Derek Chauvin deseó a los hijos de George Floyd "éxito en la vida", sin disculparse ni expresar ningún remordimiento.

Su madre, Carolyn Pawlenty, aseguró que no era un racista despiadado, antes de añadir "todas las vidas importan, independientemente del color de la piel", apropiándose del eslogan 'Black Lives Matter', que lideró la masiva oleada de protestas tras el asesinato del afroamericano en la primavera de 2020.

El hermano del fallecido, Philonise Floyd, pidió la "máxima sentencia" contra Derek Chauvin, diciendo que no había dormido desde la tragedia.

El 25 de mayo de 2020, el veterano policía de Minneapolis permaneció arrodillado sobre el cuello de Floyd durante casi diez minutos, indiferente a las intervenciones de los transeúntes angustiados y a los gemidos del afroamericano. La escena, filmada y publicada en Internet, desencadenó enormes protestas contra el racismo y la violencia policial en todo Estados Unidos y en otros países.

En un juicio celebrado en la primavera de 2021 en un tribunal estatal de Minnesota, su abogado argumentó que George Floyd había muerto de una sobredosis, combinada con problemas de salud, y afirmó que Derek Chauvin había hecho un uso justificado de la fuerza. No convenció al jurado y el expolicía fue declarado culpable de asesinato y condenado a 22 años y medio de prisión. Recurrió el veredicto.

Al mismo tiempo, el Gobierno federal presentó su propio caso, acusándolo a él y a sus tres excolegas de "violar los derechos constitucionales" de George Floyd, concretamente "el derecho a no ser sometido a un uso irrazonable de la fuerza por parte de un agente de policía".

Prisión federal

Este tipo de procesamientos "duales" están permitidos en Estados Unidos, pero son relativamente raros, y reflejan la importancia de este caso, que ha reabierto un acalorado debate sobre el pasado racista de la nación norteamericana.

En el caso federal, inicialmente se declaró inocente, pero cambió su estrategia en diciembre de 2021, admitiendo su responsabilidad por primera vez.

En su confesión de culpabilidad, admitió haber hecho un uso excesivo de la fuerza, "a sabiendas de que estaba mal", y "sin justificación legal". También había admitido haber actuado mal en el abuso de un adolescente negro de 14 años en 2017, al que había sujetado por debajo de la rodilla durante 15 minutos.

A cambio de su confesión de culpabilidad, se acordó que Derek Chauvin cumpliría su condena en una prisión federal en lugar de en la prisión de máxima seguridad del estado, donde actualmente está recluido en régimen de aislamiento para protegerlo de otros presos. France24