En su estreno litúrgico habló en su homilía acerca de la indiferencia hacia las desapariciones de niños por parte de las autoridades y se refirió a los casos de José Miguel Ozuna, de 12 años, desaparecido hace más de dos meses y quien habría sido encontrado hace unos días en una laguna, y de la niña desaparecida en Emboscada, cuyo paradero se desconoce hace más de dos años.
"Nuestros encierros e individualismos nos llevan muchas veces a la indiferencia frente a determinados dramas que viven muchas familias y hogares que tienen a sus seres queridos, niñas, niños, adolescentes y jóvenes desaparecidos y cuyo paradero y destino son desconocidos o tienen un final trágico", vertió.
El cardenal se preguntó, qué pasó en los dos casos que mencionó y enfatizó que podría estar vinculado a la trata de personas.
"Según fuentes de la Policía Nacional, hay otros cientos de casos de desapariciones, especialmente de menores. Las instituciones públicas responsables, Ministerio Público y Policía Nacional, entre otros, tienen la obligación de investigar las desapariciones de personas y determinar su paradero", agregó.
En otros momentos de la homilía hizo énfasis a la situación de los sectores más vulnerables de la sociedad.
"La Iglesia enseña que nuestra fe en Cristo hecho pobre nos pide ser cercano a los pobres y excluidos y preocuparnos por su desarrollo humano integral", dijo Adalberto Martínez.
En este sentido, exigió una educación de calidad para romper el círculo vicioso de la pobreza, políticas públicas de protección social a las familias relacionadas al acceso a la vivienda, salud, empleo y tierras; remarcando que no todo se reduce a programas de asistencia.
"Amar al pobre nos permite servirlo no por necesidad o por vanidad, sino porque lo estimamos de alto valor. Y esto diferencia la auténtica opción por los pobres de cualquier ideología, de cualquier intento de utilizarlos al servicio de intereses personales o políticos", remarcó al respecto.
La primera misa del cardenal arzobispo contó con una gran participación de feligreses, incluso autoridades municipales. El intendente de Asunción, Óscar Nenecho Rodríguez, estaba presente.
Adalberto Martínez fue recibido con gran emoción y entusiasmo este domingo en la parroquia San Felipe y Santiago por una multitud, con banderas paraguayas de mano y de la iglesia católica.
Regresó al país el jueves último luego de haber sido investido como cardenal cinco días antes, en el Vaticano. ÚH