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West, salpicado en las últimas semanas por un sinfín de polémicas y vetos debido a diversos comentarios antisemitas, ya había anunciado esta suspensión un día antes mediante su cuenta en Parler, la red social de corte conservador que él mismo pretende adquirir.

La publicación que el artista intentaba subir a Instagram revelaba un intercambio de mensajes de texto con Russell Simmons, cofundador de la discográfica Def Jam Recordings, en la que este instaba a West a “reconstruir el negocio” y obtenía como respuesta una afirmación considerada antisemita para Meta, empresa propietaria de Instagram.

“Tengo que conseguir que los empresarios judíos hagan contratos justos o morir en el intento”, aseguraba en este ‘post’ que supone una nueva cancelación para el rapero tan solo 4 días después de ser readmitido tras otro veto de esta red social por el mismo motivo.

Después de esto, West también se prodigó en su perfil de Parler expresando su descontento con Instagram: “Me echaron durante 30 días por decirle a Russel Simmons que iba a hacer que ‘ya sabes quién’ tuviera mejores contratos y prácticas comerciales. Jesús es el rey”.

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