Reproducción de la publicación de Página/12 sobre la situación del exgeneral Eduardo Alfonso, a quien policías corruptos fabricaron una cédula paraguaya, similar al procedimiento usado en el caso Ibar Pérez Corradi.

Fuentes del Ministerio Público aseguraron que la investigación iniciada pretende identificar a efectivos de la Policía Nacional, específicamente de los departamentos de INTERPOL Paraguay e Identificaciones, ya que éstos son los principales sospechosos de haber dado cobertura y protección a Eduardo Alfonso, quien fue el jefe de la Secretaría General del Ejército durante las presidencias de Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde. Contra el citado represor, la Policía Criminal Internacional filial Argentina libró una orden de captura con difusión roja, la máxima en orden de prioridades para llevar a cabo arrestos de presidiarios o convictos fugitivos, según datos proporcionados a lavozdigital.com

Los informantes revelaron también que existen fuertes sospechas de que Alfonso recibió "cooperación" de sus compatriotas en el Paraguay, y que incluso le habrían facilitado su desplazamiento tanto en Asunción como en Ciudad del Este a través de celulares activados a nombre de determinadas personas ahora investigadas por la Fiscalía.

"Estamos detrás de informaciones para identificar correctamente a esas personas que son policías y civiles. De hecho vamos a llegar a obtener datos concretos. Sabemos que Alfonso incluso estuvo trabajando en Paraguay con sus conexiones. Vamos a reunir la mayor cantidad de datos porque necesariamente tuvo un buen soporte para desplazarse sin ser molestado, y más aún teniendo orden de captura con difusión roja de INTERPOL", detalló la fuente a lavozdigital.com

Copia del prontuario que agentes de Identificaciones y de INTERPOL utilizaron para fabricar una cédula a nombre de Walter Ramón Fariña Falcón, de 54 años, para el general Alfonso.

Supuestamente, Alfonso habría ingresado en forma clandestina a territorio paraguayo en el año 2012, bajo el amparo de conexiones policiales que "operativizaron" su estadía en el país a cambio de una fuerte paga inicial y posteriores "cuotas", en el marco de un sistema "calcado" al de Pérez Corradi. "Este es un asunto que se manejó con absoluta confidencialiadad entre la Policía argentina y agentes de Antisecuestro de Paraguay, por falta absoluta de confianza en la gente de INTERPOL Paraguay por la protección que le suministraron al megacriminal argentino Pérez Corradi", explicó una fuente del Ministerio Público al detallar la investigación que se inició a raíz de la alerta de la Policía Federal de la Argentina y de INTERPOL de este país sobre la presencia de Alfonso en el Paraguay.

Autoridades paraguayas proporcionaron a Alfonso un documento de identidad a nombre de Walter Ramón Fariña Falcón, de 54 años, supuestamente nacido en Itakyry en fecha 3 de noviembre de 1961. Le asignaron el número 7253490. Con esa cédula, que le otorgaron previo pago de una fuerte suma en dólares y con conexiones en las más altas esferas de la Policía, el general retirado pudo movilizarse en territorio paraguayo.

INTERPOL filial Argentina pidió apoyo a la Unidad Antisecuestro de la Policía paraguaya para priorizar la captura del general Eduardo Alfonso, acusado en su país por cargos de delitos de lesa humanidad. Según el departamento de Investigaciones de la Policía paraguaya, que indagó a sus propios camaradas, se llegó a obtener datos irrefutables de que el represor argentino se refugió y trabajó en Paraguay.
Incluso vivió en una lujosa residencia en Asunción. Todos los medios argentinos se hicieron eco de la situación de Alfonso y de su paso por Paraguay, ya que tiene deudas con la justicia en ese país.

La jueza federal de San Martín, Alicia Vence, ordenó la detención de Eduardo Alfonso, imputado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, luego que la Cámara Federal de Casación Penal revocase el martes último el sobreseimiento.