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CR7, una vez agotada la vía europea y de seguir en la élite, está decidido a rebajar el diapasón competitivo, pero compensado sobradamente por el aspecto económico. Ningún equipo del viejo continente se acerca ni de lejos a la propuesta hecha por el equipo árabe. La MLS tampoco puede acercarse, de ahí que no haya tenido otro remedio que mirar hacia un fútbol que aunque está creciendo es menos competitivo.

El delantero se encuentra sin equipo tras el conflicto mantenido con dirigentes y técnico del Manchester United y que se solucionó con el final de la segunda etapa del portugués en el club inglés. El enfrentamiento con Ten Hag derivó en un duelo que ha terminado perdiendo el portugués.

El fútbol árabe está en crecimiento, tal y como demuestra el goteo de jugadores de nivel aunque en sus últimos años de carrera. Los dirigentes buscan relanzar la competición y saben que si Cristiano Ronaldo llega será el principal reclamo para recibir el buscado impulso mediático.

El Al Nassr está dirigido por Rudi García y entre la nómina de jugadores destaca la presencia del portero colombiano Ospina y del español Álvaro González. Ahora el equipo de Ryad busca recuperar el dominio en su competición doméstica y colocarse en el mapa futbolístico mundial con la presencia se Cristiano Ronaldo. Los partidos como local los disputa en el estadio Mrsool Park, con capacidad para 25.000 aficionados.

El Al-Hilal es el actual campeón de la Liga saudí, gran rival del equipo en el que CR7 puede escribir sus últimas líneas como futbolista profesional. El pasado verano se acercó al portugués, pero una sanción administrativa por una duplicidad de contratos impidió certificar el movimiento.

Ahora el acuerdo con el Al Nassr está a punto de cerrarse. No hay traba legal que lo impida y sí una oferta fuera del mercado que ha llevado al portugués a dar el sí a la propuesta.

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