Gentileza

El gobernador de Florida finalmente se lanzará a la carrera provocando al expresidente Donald Trump con una estrategia de lanzamiento de campaña que lo enmarca como el verdadero rebelde antisistema en la carrera que está dispuesto a aplastar las convenciones de la política presidencial tradicional.

Su elección de lugar en Twitter Spaces, la plataforma de audio del sitio, también ejemplifica la transformación del Partido Republicano de la era Trump en un partido que recompensa la política de gestos y cuyos activistas responden a la jungla de redes sociales sin moderación mientras desdeñan los estándares tradicionales de conducta y gobierno.

Pero si bien el atractivo de Twitter para los votantes conservadores bajo Musk, que tiene 141 millones de seguidores, significa que DeSantis puede estar haciendo un movimiento astuto en las primarias republicanas, esto podría dañar aún más una reputación ya cuestionable entre los votantes más moderados que necesitaría en una elección general al aparecer en una plataforma cada vez más polarizada.

Eso es porque Twitter, que una vez ofreció una plataforma para los movimientos democráticos en la Primavera Árabe, ha sido transformada por su nuevo propietario en un circo febril de libertad de expresión indómita, teorías de conspiración e información no verificable. Solo esta semana, una imagen falsa de una explosión cerca del Pentágono se volvió viral, provocando un bache en el mercado de valores en una posible vista previa de una campaña presidencial que probablemente esté plagada de información errónea y falsedades generadas por IA. Mientras tanto, Musk ha mostrado su voluntad de encender sus propios infiernos en Twitter, por lo que su papel cada vez más prominente sugiere que la carrera presidencial de 2024 podría ser tan turbulenta como las ediciones de 2016 y 2020, que estuvieron marcadas por la retórica extrema de Trump y las acusaciones de fraude electoral.

Otro giro alucinante de la temporada de elecciones se produjo este martes con la comparecencia virtual del expresidente Trump ante el tribunal en un caso que surgió de un supuesto pago de dinero por silenciar a una exestrella de cine para adultos en el que él ya se declaró inocente. El juez Juan Merchan fijó una fecha de juicio para el 25 de marzo de 2024, en medio de la temporada de primarias. El cronograma plantea la posibilidad de que Trump pueda usar el juicio como un escenario para llevar a casa su afirmación de que es víctima de persecución política. Pero también crea un riesgo para Trump de que pueda ser condenado penalmente mientras todavía lucha por la nominación republicana, un escenario extraordinario y sin precedentes.

Al elegir Twitter para causar su propio impacto, DeSantis parece estar apuntando a un momento dramático que podría restaurar una sensación de impulso a las aspiraciones primarias del Partido Republicano que se dispararon hace seis meses pero que se han visto socavadas por sus propios errores y el reciente rebote político de Trump.

Al abrazar a Musk, DeSantis se está asociando con un héroe de los conservadores que durante mucho tiempo han afirmado que están siendo censurados en las redes sociales. Está atacando a Trump, a quien los dueños anteriores de la compañía le prohibieron tuitear y hasta ahora ha preferido su propia plataforma, Truth Social, incluso después de que Musk restauró su cuenta. La campaña de Trump de 2016 y toda la presidencia se desarrollaron en un torrente de tuits de conciencia que usó con gran efecto, incluso hasta dejar a su nación estresada y exhausta.

DeSantis está dando un golpe ostentoso a los medios tradicionales, que muchos conservadores critican, al demostrar que está listo para pasar por alto las convenciones regulares de las campañas presidenciales. Su lanzamiento también creará un marcado contraste con el propio discurso de apertura de campaña incoherente e incluso aburrido de Trump en Mar-a-Lago en noviembre, que careció de cualquier sentido de dinamismo político.

El gobernador de Florida también mostrará cuánto ha recorrido el Partido Republicano desde sus raíces como bastión de la tradición y hasta qué punto internet y la fragmentación de los medios en bloques partidistas ha cambiado las campañas presidenciales. En 1979, por ejemplo, Ronald Reagan anunció su candidatura presidencial con un discurso desde un acogedor estudio que parecía el interior de un club de campo. George W. Bush emprendió el camino a la Casa Blanca 20 años después desde una granja en Iowa. Ahora, la mejor manera de llegar a la mayoría de los votantes republicanos es por internet.

Al romper el molde de los anuncios presidenciales, DeSantis está tomando prestado del libro de jugadas poco convencional de Trump. Una lección de la desenfrenada carrera política del presidente número 45 es que cualquier cosa calculada para ofender a los liberales y a los comentaristas de los principales medios suele ser muy popular entre los votantes primarios republicanos de base.

DeSantis ya se está posicionando a la derecha de Trump al apuntar a lo que él llama medidas “woke” sobre diversidad, equidad e inclusión y al defender posiciones conservadoras sobre temas sociales. Ahora, también busca robar la reputación de Trump como el gran disruptor.

cnn