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La fiscal Emilce Ovelar de Rodríguez, en representación del Ministerio Público, logró una condena de 15 años de prisión para un guardia de seguridad identificado como G. J. M. D. (30). El mismo fue hallado culpable por los hechos punibles de abuso sexual en niños, violación de la patria potestad y violencia familiar.

El juicio oral y público concluyó este viernes 16 de junio en el Poder Judicial de la capital del Alto Paraná. Durante el debate, la Fiscalía presentó pruebas contundentes que demostraron la participación del acusado en los crímenes, lo que llevó a los jueces Óscar Gabriel Genez, Lourdes Morínigo y Evangelina Villalba, integrantes del Tribunal, a dictar la sentencia.

Según los antecedentes del caso, a mediados del año 2020, M. D. inició una relación sentimental prohibida con una niña de 13 años, quien resultó embarazada como consecuencia de los abusos sufridos. Al enterarse de la gravidez, el agresor sexual se presentó en la casa de la víctima, conversó con el padre de la niña y le exigió llevar consigo a la menor, a fin de concretar una convivencia. Sin embargo, el padre se negó a tal petición.

Ante la negativa, la niña amenazó a su padre con acusarlo de abuso si continuaba oponiéndose a la relación. Finalmente, la menor abandonó su hogar y se fue a vivir con el abusador. Durante ese tiempo, la víctima era mantenida encerrada y además constantemente sometida a castigos físicos por parte del hoy condenado, a raíz de sus celos. Finalmente, el 3 de febrero de 2021, la niña regresó a su hogar y relató los detalles del calvario padecido bajo el poder de M. D.

A pesar de los intentos del padre por convencerla de presentar una denuncia ante la Fiscalía, la menor se negó rotundamente, argumentando que no quería que el padre de su hijo terminara en prisión.

Finalmente, el progenitor de la víctima presentó la denuncia a través del Servicio de Atención Telefónica 147, el cual remitió los antecedentes del caso al Ministerio Público, que inició la investigación y rescató a la menor, quien para ese entonces había regresado con el acusado. Además, se ordenó que la víctima fuera examinada por un médico forense, quien constató un gran número de lesiones.
Tras considerar las pruebas presentadas, la Fiscalía inició un proceso contra G. J. por los hechos punibles mencionados, hasta que finalmente se logró su condena a 15 años de prisión.