Viñas Cue sigue siendo una caja de Pandora difícil de abrir.

Así se había desatado el escándalo en la prisión militar donde las prácticas estronistas nunca cesan. Bajo la batuta del coronel José Félix Flor Sánchez, director del penal, ocurrieron hechos de maltratos psicológicos, verbales y arrestos arbitrarios que desencadenaron en el pedido de renuncias, traslados y hasta retiro voluntario por parte de varios suboficiales.

El MNP juntó los testimonios de 16 víctimas quienes aseguraron que vivieron días infernales por culpa del trato denigrante del mayor Guillermo Moral, quien es director del área penal. Ya se abrió un sumario interno, ya se corroboraron las denuncias, ya se solicitó que la investigación llegue a la Justicia Ordinaria. Pasó casi un mes sin respuestas ni acciones que garanticen a los afectados una investigación ecuánime. Los 16 subalternos siguen en poder del “lobo feroz” y trabajando bajo las órdenes de Moral y quién sabe en qué condiciones.

En cualquier caso, tras la apertura del sumario, el denunciado obligatoriamente debe ser trasladado, cesado en sus funciones o derivado a otra área hasta tanto se corrobore su responsabilidad, sin embargo la prisión de Viñas Cue tiene al parecer sus propias reglas y poco importan las víctimas, quienes deben soportar seguir trabajando bajo el mismo techo que el denunciado.

¿Por qué el presidente de la Corte Suprema de Justicia Militar, el general Julio Rubén Fullaondo Céspedez no toma una decisión? ¿Acaso espera que haya más personas humilladas por el mayor, quien se valió de su posición para someter a subalternos? Preguntas que hasta el momento no tienen respuesta, pero seguiremos insistiendo y urgando para que se respeten los procesos.