El mayor Guillermo Moral y el teniente coronel José Flor Sánchez serían los principales responsables.

Ya en el 2019 saltó un escándalo con episodios similares donde supuestamente los detenidos, que en su mayoría eran militares, soportaban todo tipo de tratos humillantes. Según las acusaciones que fueron presentadas ante los parlamentarios, el propio director, el coronel Eugenio Brizuela, y el encargado jefe del área penal, el entonces teniente coronel José Flor Sánchez, ordenaban los castigos, señalaron las fuentes. El 28 de agosto pasado el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP) nuevamente visitó el penal y constató que una vez más aquellas prácticas estronistas retornaron o quizá nunca terminaron.

Los encargados de seguridad del área penal coincidieron en que el mayor Guillermo Moral, jefe de la mencionada área, los sometía a tratos degradantes. En total 16 suboficiales, en distintas entrevistas, revelaron que Moral se valió de su jerarquía para maltratarlos psicológica y verbalmente.

Además indicaron que eran arrestados de manera arbitraria cuando no correspondía. La gota que colmó el vaso fue un arresto ocurrido el 18 de agosto pasado, cuando de manera injusta mandaron a un suboficial al calabozo para que cumpla su arresto.

Esto hizo que los uniformados perdieran la paciencia y decidan revelar los hechos a Orlando Castillo, el comisionado del MNP que tras muchas trabas consiguió ingresar al penal y recabar las denuncias.

Todo sucede bajo la atenta mirada del director del penal, coronel José Félix Flor, quien ya estuvo en el ojo de la tormenta en las denuncias del 2019. En días más se espera que el MNP envié su informe a la Justicia Militar, estamento que ya abrió un sumario a Moral, pero que no ha servido de nada puesto que permanece en su cargo y acechando a sus víctimas.