Los abusos de parte del director del área penal eran sistemáticos.

Tras varias insistencias, finalmente el comisionado Orlando Castillo, realizó la debida revisión de la instalación y recabó los testimonios de 16 suboficiales quienes acusaron al mayor Guillermo Moral, de tratos denigrantes, humillantes, maltratos psicológicos, verbales y hasta arrestos arbitrarios. Señaló Castillo que todos estos abusos por parte del director del área penal eran sistemáticos y se daban bajo el mando del Mayor José Félix Flor, director de la prisión militar.

Esta situación fue solo la antesala de lo que se venía. Según nuestras fuentes, las FF.AA han cerrado sus puertas y han “avisado” al Congreso que de ahora en más ningún organismo, incluido el MNP, volverá a ingresar a ninguna unidad castrense para investigar denuncias.

“En la comisión de DD.HH. de la Cámara Alta, el director Víctor Benítez nos dijo que el nexo entre las FF.AA y el Congreso, que es el Coronel Robert Gwynn, avisó que a partir de ahora nadie, pero absolutamente nadie va a entrar a intervenir, ni a investigar nada de lo que pasa en todas las instituciones castrenses, ni Mecanismo ni nadie va a ingresar”, reveló nuestra fuente.

“Ellos dicen que manejan un código dentro de las FF.AA y que nadie puede entrar a intervenir, es prácticamente como si fuese el convento de Las Carmelitas Descalzas donde uno no puede entrar, no puede ver nada, no puede escuchar nada”, refirió otra de las denunciantes. Ante este escenario se hace difícil buscar justicia o cortar la cabeza a los popes de las FF.AA quienes amparados en “reglamentos internos” pueden tranquilamente, humillar, denigrar, arrestar a los que son de menor rango. ¿Qué sucede en Viñas Cue? ¿Hasta cuándo seguirán impunes el mayor Moral y el coronel Flor?  ¿Merecen seguir en sus cargos, tras el escándalo desatado en la prisión militar? Preguntas recurrentes, pero que siguen sin respuestas.