A pesar de los testimonios, las autoridades correspondientes no toman ninguna acción al respecto.

Todos estos hechos se dieron bajo el mando del director, el coronel José Flor, quien ya cuenta con antecedentes similares en su prontuario. En el 2019 y según las acusaciones que fueron presentadas ante el Congreso, el director, el coronel Eugenio Brizuela, y el encargado jefe del área penal, el entonces teniente coronel Flor Sánchez, ordenaban los castigos.

Lejos de ser separado del cargo, Flor ascendió de rango y de cargo, pero al parecer con la misma costumbre de sometimiento. El 18 de agosto, 16 suboficiales acusaron de maltrato al mayor Guillermo Moral, quien es el actual director del área penal, esto según informe del Mecanismo de Prevención contra la Tortura (MNP) en complicidad con el que se convirtió en titular del reclusorio, el coronel Flor.

Eso no es todo, el flamante director ya fue denunciado ante la Fiscalía General del Estado por tortura psicológica al recluido y acusado por supuestos vínculos contra el narcotráfico, Miguel Insfrán, alias Tío Rico. La investigación del caso está a cargo de la fiscal Susy Riquelme. Aún así el padrinazgo en filas castrenses goza de muy buena salud ya que Flor se atornilla en el cargo y ni siquiera han abierto un sumario en su contra para esclarecer estos escándalos que envuelven actualmente a la prisión militar.