El pastor degenerado habría manoseado a las hermanitas en sus partes íntimas.

Según la denuncia, el 29 de enero de este año, Manuel Daza fue a confraternizar con una familia en un lugar turístico, una granja ubicada en Araray, kilómetro 8 de Ciudad del Este.

Las niñas de 8 y 11 años compartían de todos los atractivos del lugar con sus padres, el pastor evangélico y sus familiares. En un momento dado, fueron todos a entretenerse en la piscina hasta que todos salieron excepto el religioso que se quedó a nadar con las niñas.

Rato después, la madre notó que una de sus hijas, la de 11 años, tenía el rostro pálido y una actitud extraña, por lo que le pide que salga del agua, tras preguntarle qué le sucedía terminó contando que el pastor la había manoseado en sus partes íntimas. Preocupada consulta al respecto a la niña más pequeña, quien aseguró haber sido víctima también del degenerado, inclusive un día antes.

El Ministerio Público ya está al tanto del hecho. El caso fue presentado en el Juzgado Penal de Garantías número 2, a cargo de Amílcar Antonio Marecos.