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Personal de la Comisaría 31ª Central intervino en un hecho a determinar ocurrido en el Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, a raíz de una denuncia realizada por personal de blanco de dicho centro asistencial, quienes manifiestan que una mujer de 18 años de edad, tiene un hijo de 1 año de edad internado, y que cada vez que ella ingresaba a la sala el niño entraba en paro cardiaco.

Al volverse repetitiva la situación, verificaron las grabaciones del circuito cerrado y visualizaron que la joven manipulaba el volutrol (equipo médico utilizado para la administración de medicamentos), además portaba una jeringa en la mano y al momento de ingresar los doctores escondía dicho objeto. La fiscal interviniente, Genoveva Figueredo, en entrevista con Radio 1000, señaló que la denuncia fue presentada por la médica pediatra.

Mencionó que la profesional de la salud dijo que el chico, de 1 año y meses, entró por un cuadro respiratorio, pero que se descompensaba cada vez que estaba con la madre, lo que llamó la atención. “La actitud de la madre les llevó a observar las cámaras de circuito cerrado: cierra las vías por donde su hijo de 1 año de edad recibía la medicación, tenía jeringa, la manipula, la lleva hacia su hijo y le inyecta, aparentemente nada le inyectaba.

Posteriormente, el chico hace un cuadro cardiorrespiratorio por 15 minutos. El chico está ahora en Terapia Intensiva, intubado”, comentó. La agente del Ministerio Público indicó que lo más llamativo de la situación es que la mujer estaba en el hospital con su pareja, padre del chiquito. Refirió que el niño ya tiene varias consultas en el Pediátrico, unas 30, pero no precisamente por internación.

“El papá quedó muy consternado, sorprendido, en todo momento manifiesta que no sabía lo que pasaba. Los familiares de la mujer mencionan que ella tuvo un cuadro de depresión, incluso suicida, durante el embarazo. No descarto al padre biológico, pero hasta el momento no tengo indicios de su participación”, apuntó.

Radio 1.000