Esta es la tercera vez que Rubén Darío Colmán, solicita la libertad condicional.

Rubén Darío Colmán, subteniente de Artillería, quien en el 2002 estranguló a su novia, Luz María Ruiz Díaz Zubeldía y luego paseó el cadáver en la cajuela de su vehículo, seguirá cumpliendo su condena de 20 años en el penal de Tacumbú. La jueza de Ejecución Yolanda Morel le negó ayer el pedido de libertad condicional.

Según explicó la abogada María Stella Morel, defensora de la familia de la víctima,  no le concedieron la libertad condicional debido a que los resultados de los estudios psiquiátrico y psicológico que se le practicó indican que es esquizofrénico y que no está apto para reintegrarse a la sociedad. 

La profesional mencionó que esta es la tercera vez que el condenado solicita ese beneficio.

Colmán fue condenado el 19 de diciembre de 2003 por los entonces jueces de Sentencia Andrés Casatti, Roque Orrego y José Waldir Servín (actual camarista).

Antecedentes

A las 07:30 del 20 de noviembre de 2002, la estudiante universitaria de 19 años de edad, Luz María Ruiz Díaz Zubeldía, salió de su casa de San Lorenzo con destino a la ciclovía de esa ciudad, pero por el camino el militar raptó y mató a su novia e introdujo el cadáver en la valijera de su auto.

Ese día, la madre de la joven contactó con él y le avisó de la desaparición de su hija; él mismo acompañó a la señora a realizar la denuncia ante la Fiscalía, mientras el cuerpo de Luz María seguía en su vehículo.

Horas más tarde, Colmán se trasladó hasta Paraguarí donde contactó con el taxista Luis Carlos Espínola y  luego de encontrarse, el militar le dijo que debían realizar un ‘‘trabajo’’ y le explicó lo sucedido. Ante la negativa del hombre, el condenado desenfundó su 9 mm y le intimó a que colabore.

Ya en horas de la noche, el Subteniente, ayudado por Espínola, llevó el cadáver hasta un desolado lugar ubicado en inmediaciones de la estancia Cerro Porteño y utilizó una fosa existente para enterrar el cuerpo de su novia. 

Posteriormente, el taxista confesó el hecho y el 27 de noviembre de 2002, un equipo del Ministerio Público y la Policía halló el cadáver enterrado en el lugar indicado por el hombre.

La Fiscalía había encontrado sangre y cabello de la joven en la valijera del auto del militar, quien movido por los celos y ante la inminente ruptura de su relación sentimental, tomó la macabra decisión.