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“Nunca comentamos la personalidad de un político, sino que miramos su política, sobre todo aquella que lleva a cabo respecto de China”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Lu Kang, a la prensa hoy en Pekín.

Respecto de la llamada telefónica que mantuvo Trump con la presidenta de Taiwan, Tsai Ing-wen, el portavoz se limitó a reiterar la protesta formal que presentó China. Abordar el tema de Taiwan de la forma adecuada es “la premisa política más difícil y más importante” para tener un desarrollo estable de las relaciones entre China y Estados Unidos, añadió.

“El mundo conoce la política de China sobre Taiwan. También Trump la conoce”, señaló respecto de la política de una sola China.

Pekín considera a la isla una provincia rebelde y rechaza todo tipo de contactos de otros gobiernos con el de Taipei. Estados Unidos entrega armas a Taiwan y se hace responsable de su defensa, pero no mantiene oficialmente contactos diplomáticos con el país. De hecho, el viernes Trump rompió con 40 años de tradición política al aceptar una llamada de la presidenta taiwanesa, lo que desató una protesta china.

El futuro mandatario criticó a Pekín en Twitter este domingo por su reacción. “¿Nos consultó China si estaba bien devaluar su moneda (haciendo más difícil competir a nuestras compañías), imponer elevados impuestos a nuestros productos cuando entran en su país (…) o construir un complejo militar masivo en medio del Mar de la China Meridional? ¡No lo creo!”, escribió en dos tweets.

El tribunal de arbitraje de La Haya sentenció a mediados de año que Pekín no tenía derecho a reclamaciones territoriales en esa zona, pese a lo cual China continuó construyendo instalaciones militares y de otro tipo en islas situadas en ese mar.

En una entrevista con ABC News el domingo, el futuro vicepresidente, Mike Pence, restó importancia a la conversación de Trump con la presidenta taiwanesa. “No fue más que la aceptación de una llamada de cortesía de una líder democráticamente elegida”, dijo, y añadió que el presidente electo ha hablado con decenas de dirigentes desde que ganó las elecciones el mes pasado.

Kellyanne Conway, una asesora de Trump que actuó como su jefa de campaña, aclaró el domingo que fue Tsai quien llamó a Trump y no al revés.

Ya durante la campaña Trump fue muy crítico con China, país al que acusó de destruir puestos de trabajo en Estados Unidos, entre otros.

El diario chino “Global Times”, publicado por el Partido Comunista, acusó al presidente electo de “desconsiderado” por la conversación telefónica con Tsai, pero también dijo que sería “inadecuado” actuar contra él cuando aún no ha asumido el cargo. China tiene que mantener la cabeza fría e iniciar “una conversación constructiva” con el futuro jefe de Estado, añadió el comentarista.