Fernando Gómez volvió con su familia, luego de la exitosa operación a la que fue sometido.

El paraguayo se había realizado la cirugía en el Hospital Universitario de Salamanca, tras la detección de un tumor que afectaba la visión y el movimiento de los músculos faciales. El cráneo, la frente y las órbitas habían sido extraídos de un donante cadavérico, mientras que la piel utilizada fue la misma del paciente.

En casa

Hace una semana, Fernando llegó con sus maletas y su nuevo semblante, luego de 6 años de haber estado viviendo en Madrid. Su abuela Fidelina Quintana, quien un año atrás se preguntaba si reconocería a su nieto al verlo, por fin pudo volver a abrazarlo y mimarlo con los platos tradicionales más exquisitos.

Otra de las alegrías del inmigrante fue reencontrarse con sus hijos, uno de 2 años, que vino a Paraguay después de que su padre fue operado, y el mayor de 6 años. “Había olvidado lo lindo que es estar acá, sentir la libertad. Allá no se puede ni hablar con los vecinos”, contó Fernando, quien se encuentra de vacaciones en el país y deberá volver al continente europeo para el 5 de enero del próximo año.

El joven aseguró que lleva una vida normal después de la cirugía. En anteriores entrevistas, Fernando contaba la discriminación que sufría en España. Nadie lo contrataba a causa de la enfermedad que tenía, ya que necesitaba permisos para consultar.

Sin embargo, poco después fue contratado en una reconocida empresa de muebles, donde se desempeña como montador. “Las partes de los muebles vienen en cajas y nosotros tenemos que armarlos”, explicó el atyreño.

Fuente: Pedro Juan Digital